En el marco de la conferencia Wings of Change Americas organizada por IATA que se realiza esta semana en Santiago de Chile, Holger Paulmann, presidente de SKY Airline, compartió insights cruciales sobre el viaje de la aerolínea low-cost en el mercado chileno desafiando preconcepciones, mientras que también cuestionó algunos aspectos de los planes que buscan la neutralidad de carbono de la aviación comercial, durante un panel conducido por la periodista de CNN en Español, Gabriela Frías.
Paulmann señaló cómo en Chile existía la creencia generalizada de que el modelo de negocio low-cost no sería viable debido a factores como la ausencia de aeropuertos secundarios o las preferencias de los consumidores. Sin embargo, recordó que la popularidad de SKY Airline y la curiosidad por el nuevo modelo adoptado quedó evidenciada por su posición como el tercer término más buscado durante 2015 en Google en Chile después de la Copa América y el bono de marzo (un aporte especial del gobierno a las familias de menores ingresos, que en ese año se entregaba por primera vez).
En términos económicos, Paulmann cómo el nuevo modelo les permitió pasar de un ticket promedio de entre 99 y 100 USD en 2014 a solo 49 USD en la actualidad, a pesar de una inflación del 29% en el dólar durante ese período. Esta estrategia de precios ha permitido a SKY Airline democratizar el acceso a vuelos, con un 80% de sus pasajeros optando por no adquirir servicios adicionales, evidenciando el éxito de su modelo económico enfocado en la inclusividad de nuevos segmentos.
Además, el ejecutivo anunció que el reciente lanzamiento de su propio programa de viajeros frecuentes es una estrategia para fortalecer el conocimiento sobre sus clientes y personalizar aún más sus servicios. Esto viene de la mano de un cambio en toda la capa de contactos con los clientes como apps móviles y el sitio web.
Este movimiento anticipa la incorporación de aviones XLR en el segundo semestre de 2025, enfocándose en un crecimiento sostenido y la mejora de la experiencia del cliente. La low-cost tiene pedidos 10 A321XLR, modelo del cual debería ser el cliente de lanzamiento en la región (una duda incluso planteada por Paulmann en la conferencia).
En ese aspecto diferenció a SKY de otras aerolíneas low-cost que crecieron incorporando aeronaves de fuselaje ancho señalando que éstas fallaron entre otras cosas porque no supieron desarrollar capacidades como los programas de fidelización o sellar acuerdos con otras aerolíneas.
La sostenibilidad también ocupó un lugar central en la charla de Holger Paulmann, quien criticó las percepciones erróneas sobre las emisiones de la industria aérea y destacó los esfuerzos de SKY por reducir su huella de carbono, poniendo de ejemplo cómo lograron una disminución significativa en las emisiones de CO2 por pasajero, pasando de 200g con su antigua flota de 737-200 en 2010 a 100g con los A319 en 2015, y a apenas solo 60g con los nuevos A320neo.
«Creo que el SAF (combustible de aviación sostenible) no es el único camino y que hay que desarrollar canales alternativos, los cuales no están teniendo hoy el mismo foco que el SAF», comentó Paulmann. «Nuestro plan ha sido reducir, reducir, reducir (N. de la R.: las emisiones), hasta que no se puede más, y por eso creo que una de las vías que más sentido tienen son las de reforestación sustentable, el manejo de bosques mixtos. Nos tienen que permitir desarrollar esa alternativa», agregó.
«Se dice que somos la industria que más emite, y creo que a veces se hacen declaraciones incorrectas que llevan a tomar políticas incorrectas», continuó Paulmann, señalando cómo en realidad los automóviles tienen más proporción de emisiones por pasajero, y que en viajes de larga distancia las aerolíneas pueden ayudar a sacar automóviles de las rutas.
El ejecutivo detalló que cuando se hace la comparación de emisiones entre automóviles y aviones se cometen errores como medir las distancias ortodrómicas, cuando en realidad los trazos de rutas y autopistas terminan haciendo que los recorridos sean alrededor de un 20% superiores. Así también, que los miden considerando cuatro pasajeros por automóvil, cuando en promedio viajan 1,5.
Paulmann recordó otros aspectos en los que se puede contribuir a reducir el impacto mediante la coordinación entre las autoridades de diferentes países, poniendo como ejemplo que en la ruta Santiago – Punta Arenas (en el extremo sur de Chile), los aviones tienen que volar una distancia mayor para evitar el espacio aéreo argentino, en donde las tasas son tres veces mayores, lo cual termina traduciéndose en un incremento de entre 300 y 400 kg en emisiones de CO2 por vuelo. Otro caso es la ruta Santiago – Bariloche, en donde los aviones deben hacer una «L» dado que en ese sector hay una sola aerovía para cruzar entre Chile y Argentina.
En otro orden, Paulmann reveló dificultades en el reclutamiento de talento tras la pandemia, especialmente pilotos y mecánicos, un problema exacerbado por la brecha salarial con mercados como el de Estados Unidos dado que muchos terminan emigrando a ese país. Resaltó la importancia de desarrollar talento localmente, desde las bases educativas, para asegurar el crecimiento futuro de la industria aérea en Chile, más aún cuando para 2030 ellos SKY proyecta duplicar la operación.
Finalmente, Paulmann compartió reflexiones personales sobre su trayectoria y la influencia de su padre y su familia en su enfoque hacia el negocio, subrayando la importancia de desafiar monopolios y promover la competencia en diversos sectores, incluyendo el aéreo.
«Tuve la suerte de tener una formación en la universidad que mi padre no tuvo, lo que me permitió implementar procesos que antes no habían», comentó Holger Paulmann, pero destacando que la esencia de la cultura y los valores que transmitía su padre, Jürgen Paulmann, todavía se ve reflejada en la empresa.