Con el 96,8% de todos los votos (y una participación de alrededor del 67% de todas las acciones en circulación), los accionistas de Embraer aprobaron hoy la alianza estratégica con Boeing a través de la cual se establecerá un joint venture que agrupará la unidad de aviación comercial y servicios relacionados del fabricante brasileño.
La nueva entidad, valuada en USD 5,26 mil millones, será en un 80% propiedad de Boeing, que aportará USD 4,2 mil millones.
«Esta importante asociación posicionará a ambas empresas para ofrecer una propuesta de valor más robusta a nuestros clientes e inversores, y además creará más oportunidades para nuestros empleados. El acuerdo dará beneficios mutuos y aumentará la competitividad tanto de Embraer como de Boeing», comentó Paulo Cesar de Souza e Silva, presidente y CEO e Embraer.
Por su parte, Dennis Muilenburg, presidente, director y CEO de Boeing, dijo que «la aprobación de los accionistas de Embraer es un paso importante en el proceso de acercar a dos grandes empresas aeroespaciales. Esta asociación estratégica global tiene como fundamento el largo historial de colaboración entre ambas empresas, beneficia a nuestros clientes y acelera nuestro crecimiento».
Los accionistas de Embraer también aprobaron la creación de un joint venture para promover y desarrollar nuevos mercados para el avión multimisión KC-390, del cual la firma brasileña tendrá el 51% de las acciones y Boeing el 49% restante.
Desde Embraer enfatizaron que las unidades de defensa y jets ejecutivos, así como las operaciones de servicios asociados permanecerán como una empresa independiente y de capital abierto, pero que una serie de acuerdos enfocados en la cadena de suministros, ingeniería e instalaciones «garantizará beneficios mutuos y mayor competitividad entre Boeing, el joint venture y Embraer».
Como ya hemos comentado en varias oportunidades, la unión entre Embraer y Boeing es otro paso más del proceso de consolidación de grandes fabricantes aeroespaciales que ha tenido lugar en occidente durante las últimas décadas. La compra y posterior rebranding del C Series en manos de Airbus materializada en 2018 fue el último empujón que necesitaban en São José dos Campos y en Chicago.
El proceso ha encontrado bastantes obstáculos políticos ejecutados por la justicia brasileña, habiendo sido el último un intento de frenar la Asamblea General Ordinaria de este martes a través de una medida cautelar, que finalmente fue anulada.
En enero, el recientemente asumido presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, había adelantado que el gobierno no ejercería su derecho a veto al acuerdo, dando así luz verde a la unión entre Boeing y Embraer, que se estima podría cerrarse a fines de este año.
Con la entrada de las aeronaves comerciales de Embraer al portfolio de Boeing, el fabricante estadounidense podrá cubrir el segmento de entre 70 y 150 asientos, a futuro apenas alcanzado en el escalón superior, y con poco éxito, por el 737 MAX 7. Por el lado de la compañía brasileña, los E-Jets E2, la segunda generación de su línea de jets de pasillo único de mayor porte, tampoco ha resultado en un boom de ventas, acumulando la mitad de pedidos en firme que su competidor directo, los ahora Airbus A220.