Boeing registró una pérdida neta de 6.200 millones de dólares en el tercer trimestre de 2024, en medio de una huelga de trabajadores y importantísimos problemas financieros. La compañía, con resultados negativos en sus programas comerciales y de defensa, también lidia con una medida de fuerza de la International Association of Machinists and Aerospace Workers (IAM), que afecta la producción de aviones.
Los resultados del tercer trimestre reflejan los desafíos financieros de Boeing, con ingresos de 17.800 millones de dólares y una pérdida operativa de 5.800 millones. Entre las razones principales se encuentran las interrupciones laborales por la huelga de los IAM y los cargos previamente anunciados en varios programas clave.
La pérdida neta de 6.200 millones de dólares es la más grande de los últimos cinco años, sólo superada por los 8.400 millones de dólares perdidos en el cuarto trimestre de 2020, durante el pico de la pandemia de COVID-19.
El CEO de Boeing, Kelly Ortberg, ha destacado que la compañía se encuentra en un «momento crítico«, con la necesidad urgente de cambiar su cultura interna y mejorar la ejecución de los programas. «Nos enfrentamos a desafíos importantes, pero tenemos grandes oportunidades con una cartera de pedidos valorada en 511.000 millones de dólares, que incluye más de 5.400 aviones comerciales», señaló Ortberg en un mensaje a los empleados.
Reestructuración y despidos
Ortberg también explicó que el plan para reducir el 10% de la fuerza laboral de la compañía «no está relacionado con la huelga», sino con la necesidad de adecuar el personal a las proyecciones de negocio. Aunque la medida ha generado preocupación entre los empleados, el CEO subrayó que es esencial para mejorar la eficiencia y estabilizar las operaciones.
Boeing enfrenta importantes desafíos en sus unidades de aviones comerciales y defensa. Registró cargos por 3 mil millones de dólares en los programas 777X y 767, además de una demora adicional en la entrada en servicio del 777X, ahora prevista para 2026. En el área de defensa, la compañía también asumió pérdidas por 2 mil millones de dólares, principalmente debido a problemas con los programas KC-46A, T-7A y MQ-25.
A pesar de estos contratiempos, Boeing continuará tratando de recuperar la confianza de los clientes y mejorar su desempeño. Ortberg expresó que «con el enfoque adecuado y una cultura renovada, podemos ser una compañía icónica y un líder en la industria aeroespacial una vez más».
El nuevo avión comercial deberá esperar
De cara al futuro, Boeing espera que el final de la huelga permita reiniciar la producción y reducir los retrasos acumulados. Ortberg también indicó que la empresa está tomando medidas para fortalecer su balance financiero, incluyendo la obtención de una nueva línea de crédito por 10.000 millones de dólares para evitar una posible rebaja en su calificación crediticia.
Con el objetivo de volver a ser rentable, la empresa planea un enfoque más disciplinado en la gestión de riesgos y la mejora en la ejecución de programas. Además, Ortberg adelantó que, aunque aún falta tiempo, la compañía ya está planeando el desarrollo de un nuevo avión comercial en el futuro.