En una iniciativa inusual que llamó la atención mundial, el Aeropuerto de Dunedin, en Nueva Zelanda, ha establecido un límite de tiempo para los abrazos de despedida en el área de embarque, restringiéndolos a tres minutos.
La medida, aseguraron, busca evitar congestiones de tránsito en el lugar, fomentando despedidas rápidas y ordenadas. Señales fuera del terminal advierten: “Tiempo máximo de abrazo: tres minutos” y sugieren que quienes deseen prolongar la despedida se dirijan al estacionamiento, donde disponen de 15 minutos gratuitos.
Según recoge nuestro medio asociado Aeroin de euronews, a pesar de algunas críticas en redes sociales, donde la acción fue calificada de “inhumana”, el CEO del aeropuerto, Dan De Bono, defiende la decisión. Explicó que la regla busca mantener el flujo de vehículos y peatones, enfatizando que la zona de descenso debe ser para “despedidas rápidas”.
El CEO llega a afirmar que limitar el tiempo de los abrazos permite que más pasajeros puedan beneficiarse de ellos. También mencionó, de manera enigmática, que a lo largo de los años el equipo del aeropuerto ha presenciado “cosas interesantes” en el lugar.
Las señales anti-abrazo son una medida más suave en comparación con otros aeropuertos, que amenazan con multas o remoción de vehículos en la zona de embarque. En comparación, algunos aeropuertos del Reino Unido cobran tarifas por cualquier período de tiempo, por pequeño que sea.
Dunedin, una ciudad con 135,000 habitantes en la Isla Sur de Nueva Zelanda, ha adoptado un enfoque “peculiar” según De Bono. Él destacó que tres minutos son tiempo suficiente para una despedida y que el límite es una manera educada de sugerir que los pasajeros “sigan adelante”.
De Bono también resaltó que 20 segundos de abrazo son suficientes para liberar hormonas del bienestar, como la oxitocina y la serotonina, y que cualquier cosa más allá de eso puede volverse “realmente incómoda”.
A pesar de la nueva regla, el CEO tranquiliza a los pasajeros, afirmando que no habrá un monitoreo estricto de los abrazos. La medida, aunque seria, fue recibida con cierta ligereza por los medios neozelandeses, que se divirtieron con la atención que la situación inusual atrajo desde el exterior.
Luego de la repercusión, De Bono junto a otra ejecutiva del aeropuerto, publicaron una imagen en las redes sociales abrazándose en celebración por la cobertura viral que tuvo el asunto, y agradeciendo a su agencia publicitaria por ello, lo cual demuestra cómo aún los aeropuertos tienen todavía espacio para jugar con acciones como estas y hacer conocer su marca con niveles de alcance impensables.
El aeropuerto de Dunedin, ubicado en la costa suroeste de la Isla Sur de Nueva Zelanda, movilizó 903 mil pasajeros en el año fiscal 2023-2024, una baja del 1,8%, lo que le permitió ubicarse en el puesto número 5 entre los más importantes de Nueva Zelanda.
Su red alcanza a Auckland (7 vuelos semanales de Jetstar y 30 de Air New Zealand), Christchurch (39 vuelos semanales de Air New Zealand) y Wellington (17 vuelos semanales de Air New Zealand).