En el marco de una reestructuración presupuestaria aprobada por la Decisión Administrativa 1018/2024, el gobierno argentino anunció un refuerzo presupuestario para el programa de los aviones de combate F-16, destinado a complementar y potenciar las capacidades operativas de la Fuerza Aérea Argentina.
La decisión, oficializada el 28 de noviembre de 2024, busca garantizar la integración efectiva de las 24 aeronaves F-16 adquiridas a Dinamarca, cuyo contrato de compra por un total de USD 301,2 millones fue aprobado en abril pasado. La inversión, dividida en cinco cuotas anuales, representa un avance en la modernización de las capacidades de defensa aérea del país, permitiendo recuperar la capacidad supersónica perdida con el retiro de los Dassault Mirage en 2015.
La reasignación incluye partidas para bienes de capital, específicamente maquinaria, equipo y logística necesaria para la operatividad del sistema. Según lo detallado en los anexos del presupuesto, los recursos adicionales permitirán cubrir gastos asociados al mantenimiento y preparación de las aeronaves, además de reforzar las infraestructuras necesarias para su despliegue.
El ajuste también contempla la optimización de recursos propios y asignaciones previas, evitando así una mayor presión sobre el Tesoro Nacional. Estas modificaciones son comunes en proyectos de adquisición de sistemas de armas complejos, donde los costos operativos y logísticos suelen evolucionar durante el proceso de integración.
Además del refuerzo presupuestario para los F-16, la Decisión Administrativa incluyó otras modificaciones en áreas estratégicas como seguridad, salud e infraestructura, reflejando una priorización en sectores clave para el funcionamiento del Estado.