El Sindicato Nacional de Aeronautas (SNA) expresó su “profunda indignación” por la intención del Gobierno Federal de permitir que aerolíneas extranjeras operen vuelos internos en Brasil.
La postura del gobierno fue destacada por el ministro de Puertos y Aeropuertos, Silvio Costa Filho, en una reciente entrevista con el columnista de UOL, Andreza Matais, informó el medio asociado Aeroin.
La SNA considera alarmante que el gobierno mantenga conversaciones a puerta cerrada con la Agencia Nacional de Aviación Civil (Anac) y empresas internacionales, sin la participación de las aerolíneas brasileñas y, principalmente, sin escuchar a los aeronautas brasileños, que son los más directamente afectados por la medida.
Falta de diálogo
Para la entidad, esta falta de diálogo es una falta de respeto a las voces que representan a los profesionales de la aviación en Brasil.
El sindicato destaca que Brasil se encuentra entre los cinco mayores mercados nacionales de aviación del mundo, y la propuesta de liberar el cabotaje podría tener graves consecuencias, tanto para el empleo como para la recaudación de impuestos en el país.
“Las aerolíneas extranjeras, al ingresar al mercado nacional, seguramente priorizarán las rutas más rentables, relegando las menos rentables, que históricamente han sido atendidas por empresas brasileñas. Esta situación podría provocar la quiebra de varias empresas locales y un aumento considerable de los despidos”, advierte la nota.
Además, el SNA señala que la idea de permitir que tripulaciones extranjeras operen vuelos nacionales representa un riesgo para la seguridad operativa de las aeronaves. El desconocimiento de las especificidades de Brasil entre los tripulantes de otros países y la barrera del idioma pueden comprometer la integridad de los vuelos nacionales, generando preocupaciones adicionales para la aviación civil.
Rechazo a liberar el cabotaje
El sindicato refuerza su compromiso de luchar contra los proyectos de ley que pretenden liberalizar el cabotaje e informa que no escatimará esfuerzos para oponerse a esta propuesta, que considera una amenaza a la soberanía nacional. El SNA ya se está organizando y, si la situación persiste, no dudará en movilizar a la categoría, pudiendo incluso paralizar las operaciones indefinidamente hasta que se descarte completamente la posibilidad de cabotaje.
En resumen, la nota de repudio de la SNA destaca la determinación de los aeronautas de proteger sus intereses, destacando la lucha por mantener sus puestos de trabajo.