Argentina y República Dominicana firmaron un acuerdo bilateral de cielos abiertos, sumando a la nación caribeña a la lista de 11 países con los que Argentina ha firmado este tipo de convenios. Según detalla el Gobierno Nacional, esta medida busca consolidar la política de cielos abiertos en la región y ampliar las opciones de conectividad para pasajeros y líneas aéreas.
El acuerdo elimina las restricciones de frecuencias en las rutas entre ambos países, que anteriormente permitían un máximo de 14 vuelos semanales. Ahora, las aerolíneas podrán ajustar la cantidad de vuelos según las condiciones del mercado y la demanda estacional. Además, se establece la posibilidad de operar vuelos de carga con la «séptima libertad del aire», lo que permite realizar vuelos sin que comiencen ni terminen en el país de origen.
En la firma del acuerdo participaron el secretario de Transporte de Argentina, Franco Mogetta, y el presidente de la Junta de Aviación Civil de República Dominicana, Héctor Porcella Dumas. También estuvieron presentes autoridades como el embajador dominicano en Argentina, Gustavo Hernando Castillo, y la embajadora argentina en República Dominicana, María Sandra Winkler.
El convenio permitirá no solo ampliar la conectividad directa entre ambos países, sino también mejorar las conexiones con otras naciones de la región. La oferta para esta temporada de verano se compone de esta manera:
- Aerolíneas Argentinas
- Buenos Aires/Ezeiza – Punta Cana (PUJ): un vuelo diario
- Córdoba – Punta Cana: cuatro vuelos semanales
- Rosario – Punta Cana: un vuelo semanal
- Tucumán – Punta Cana: un vuelo semanal
- Arajet:
- Punta Cana – Buenos Aires/Ezeiza: ocho vuelos semanales
República Dominicana se une así a los países que ya tienen convenios de cielos abiertos con Argentina, entre los que se incluyen Brasil, Chile, Perú, Ecuador, Canadá, Panamá, Uruguay, Paraguay, México y Ruanda.
Con todo respeto, Argentina está en una posición geográfica muy en desventaja como para andar firmando acuerdos de cielos abiertos cada dos minutos.
Si bien a primeras el pasajero es el beneficiado, a la larga el mercado va a fagocitarse dejando a dos o tres grandes empresas que van a controlar el mercado ( y ninguna va a ser Argentina).
Las aerolíneas nacionales no pueden competir con hubs como Santiago, lima, Bogotá, México o Panamá. No hay manera.