Este lunes, durante el vuelo FO5193 entre Jujuy y Buenos Aires operado con un Boeing 737-800 matriculado LV-KJE, un pasajero sufrió una emergencia médica a bordo.
El hecho tuvo lugar cerca de las 12:00, hora argentina, en el vuelo que partió del Aeropuerto Internacional Horacio Guzmán (JUJ) a las 10:50 y que, alrededor de las 11:45, se declaró en emergencia y procedió a una alternativa.
El Boeing 737-800 aterrizó en la ciudad de Córdoba a las 12:15, y a su arribo los equipos de emergencia del aeropuerto asistieron rápidamente al pasajero, pero a pesar de esto lamentablemente falleció.
«Lamentamos profundamente el hecho y acompañamos en el sentimiento a la familia del pasajero y a sus seres queridos», manifestaron desde la compañía.
Las emergencias médicas en vuelos comerciales son eventos poco frecuentes, pero no inusuales, considerando la cantidad de pasajeros que vuelan diariamente alrededor del mundo. De acuerdo con datos de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), la incidencia de estos eventos es de aproximadamente uno por cada 604 vuelos. Entre las causas más comunes se encuentran problemas cardiovasculares, respiratorios y pérdida de conciencia.
Las aerolíneas cuentan con protocolos específicos para manejar estas situaciones. Las tripulaciones reciben capacitación en primeros auxilios y en el uso de equipos como desfibriladores automáticos, que son obligatorios en aeronaves de gran capacidad en muchos países. Además, los pilotos tienen la potestad de desviar el vuelo hacia un aeropuerto cercano si consideran que la atención médica inmediata puede salvar la vida del pasajero afectado, como ocurrió en el caso del vuelo de Flybondi.
En este contexto, la coordinación con los servicios médicos en tierra es crucial para maximizar las posibilidades de un desenlace favorable. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, las limitaciones propias de estar a bordo de un avión pueden complicar el manejo de ciertas emergencias.