Boeing entregó a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) el último avión de entrenamiento avanzado T-7A RedHawk en su fase de Desarrollo de Ingeniería y Fabricación (EMD, por su sigla en inglés). Designado APT-5, este avión se integrará a la flota de pruebas en la Base Aérea Edwards, donde continuará evaluando sus capacidades en preparación para la aprobación del Milestone C, un hito clave que valida la viabilidad del proyecto para su producción, y la firma del contrato de Producción Inicial de Ritmo Reducido (LRIP, por su sigla en inglés), previsto ahora para 2025.
El primero de los cinco prototipos T-7A EMD llegó a la Base Edwards en noviembre de 2023, seguido por la entrega de otras dos aeronaves poco después. Originalmente, el contrato estipulaba que los prototipos APT-4 y APT-5 debían ser entregados en diciembre de 2023 y enero de 2024, respectivamente. Sin embargo, problemas de calidad en los componentes y retrasos en la cadena de suministros demoraron el cronograma, completándose la entrega del APT-5 recién el 20 de diciembre de 2024.
The final T-7A #RedHawk engineering and manufacturing development (EMD) jet, APT-5, has been delivered to the @USAirForce.
Check out all fab five T-7A EMD jets taking off! pic.twitter.com/BVYQLvPxGW
— Boeing Defense (@BoeingDefense) December 20, 2024
T-7A RedHawk: un salto tecnológico en entrenamiento aéreo avanzado
En 2018, la USAF adjudicó a Boeing un contrato de 9.200 millones de dólares para la producción de 351 entrenadores avanzados T-7A, junto con 46 simuladores y un paquete de soporte integral. Este nuevo modelo reemplazará a los veteranos T-38 Talon, utilizados desde la década de 1960, y está diseñado para optimizar la formación de pilotos en cazas de quinta generación como el F-35.
Según Boeing, el T-7A ofrece mejoras significativas en tres áreas clave:
- Preparación avanzada en tierra: Los sistemas de entrenamiento en tierra de alta resolución, combinados con simuladores integrados, proporcionan un entorno robusto y realista que incluye capacidades de entrenamiento en vivo, virtuales y constructivas.
- Seguridad mejorada: La ingeniería basada en modelos permitió realizar pruebas exhaustivas durante las fases de diseño y construcción. Además, el sistema de salida de cabina del T-7A es el más seguro entre los entrenadores disponibles en la actualidad.
- Versatilidad en misiones: Equipado con una arquitectura de software abierta y controles fly-by-wire digitales, el T-7A es capaz de adaptarse a una amplia variedad de cazas y bombarderos. Este diseño flexible permite una evolución constante frente a cambios en las tecnologías, amenazas y necesidades de entrenamiento.
El T-7A RedHawk promete revolucionar el entrenamiento de los pilotos de combate de la USAF y se posiciona como uno de los principales contendientes para el contrato UJTS (Undergraduate Jet Training System) de la US Navy, destinado a reemplazar los aviones de entrenamiento T-45 Goshawk. No obstante, Boeing deberá demostrar avances concretos en la solución de los persistentes problemas de control de calidad y cadena de suministros que han afectado tanto a este como a otros de sus programas.