El parate global en el transporte aéreo ha creado un panorama sombrío para las compañías aéreas. IATA estima que se necesitarán más de USD 200 mil millones para sobrevivir a una crisis sin precedentes en su historia.
Y aunque algunos pocos gobiernos se están moviendo en la dirección correcta para tratar de aliviar el impacto económico y financiero de la crisis provocada por el Coronavirus en la industria aerocomercial, las compañías continúan trabajando para asegurarse nuevas manera de mantener la liquidez.
Es el caso de Delta Airlines, que anunció ayer que ha logrado cerrar una línea de crédito garantizada de USD 2,6 mil millones y que también se encuentra obteniendo fondos por USD 3 mil millones a través de sus líneas de crédito revolving ya existentes.
Para preservar la liquidez, Delta ha suspendido su programa de devolución de capital, incluido el programa de recompra de acciones de la compañía y la suspensión de pagos de dividendos futuros por parte de la Junta.
«La creciente necesidad de proteger el futuro de Delta ha llevado a decisiones difíciles en nuestro negocio que están afectando a todos nuestros accionistas», dijo el CEO de Delta, Ed Bastian. «Mantener una gran liquidez durante esta crisis es fundamental para el servicio esencial que Delta ofrece en la infraestructura de transporte de Estados Unidos, así como para los trabajos de más de 90,000 personas de Delta en todo el país».
El directivo había manifestado ayer que, a pesar de estas medidas, la compañía está gastando unos USD 50 millones diariamente.
Delta anunció esta semana que su operación se reducirá un 70% en los próximos meses, dejando en tierra alrededor de 600 aeronaves. Toda su línea gerencial recortará su salario en un 50%, mientras que Ed Bastian y la junta directiva no cobrarán sueldos por seis meses.