Así como en el capítulo anterior hablamos del Messerschmitt Bf 109, hoy vamos a hablar de uno de los aviones más destacados de los Aliados: el Supermarine Spitfire. Este fue un avión de caza monoplaza británico utilizado hasta 1950, tanto en primera línea como en funciones secundarias, y fue el único caza de los Aliados cuya producción tuvo continuidad antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial.
Fue diseñado por Reginald Mitchell, diseñador de la compañía Supermarine Aviation Works, y continuado por su colega Joseph Smith. El principal diferencial ante los cazas de la época era su ala elíptica con bordes redondeados que poseía una sección transversal delgada permitiéndole alcanzar una velocidad más elevada, característica esencial para la misión de defensa contra los bombarderos enemigos.
Su construcción comenzó en el año 1936 y fue introducido en 1938, performando no solo como avión de caza sino también como interceptor, cazabombardero, caza embarcado, entrenador y como avión de reconocimiento. Fueron aproximadamente 20 300 unidades las que se construyeron entre 1938 y 1948, con gran cantidad de modificaciones y variantes a lo largo de su producción. La variante más producida fue el Spitfire Mk V con 6479 unidades, seguida del Spitfire Mk IX con 5665.
El prototipo, conocido hasta el momento como Type 300, realizó su primer vuelo el 5 de marzo de 1936 en el aeródromo de Eastleigh ya bautizado como Spitfire Mk I y apodado Fierecilla. Tres meses más tarde el Ministerio del Aire realizó un pedido de 310 aviones y lo presentó públicamente en una exhibición aérea en Hendon.
Luego fue presentado con los colores de la Real Fuerza Aérea el 20 de mayo de 1939, tras casi un año de estar en servicio en los distintos escuadrones. Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, el Reino Unido contaba con 300 aviones en servicio y un pedido de 200 ejemplares más. Su primera participación en la guerra fue el 16 de octubre de 1939 en un combate individual frente a bombarderos alemanes. Fue durante la invasión de Francia que el avión demostró su superioridad al derribar 30 aviones alemanes, posteriormente causando más de 1000 pérdidas a sus contrincantes en la Batalla de Inglaterra.
Al finalizar la Segunda Guerra, el Reino Unido continuó usando estos aviones como caza de entrenamiento y experimental, mientras que Israel y Estados Unidos continuaron utilizándolo en distintos enfrentamientos, siendo luego empleado en la Guerra Fría. En 1965, luego de 30 años de servicio, fue retirado del servicio militar.
Características
El Spitfire, como mencionamos, tuvo muchas variantes pero todas fabricadas completamente en metal. Los primeros ejemplares fueron equipados con motores Rolls-Royce Merlin, desde el Spitfire Mk I al Mk IX, y ya las siguientes versiones fueron construidas con motores Rolls-Royce Griffon.
Luego del Spitfire Mk II se incluyeron mejoras como la protección de la cabina con parabrisas antibalas, asiento para el piloto recubierto con láminas de aluminio, un panel interno en el costado del fuselaje para acceder a los equipos de radio y alimentación eléctrica, dos depósitos de combustible y un tren de aterrizaje retráctil.
Una de las desventajas de este avión fue que la única forma que tenía el tripulante de escapar de la cabina era empujando el cristal hacia atrás con ambas manos, un movimiento que requería de gran esfuerzo estando en batalla.
Su armamento dependía del modelo pero mayormente estaba compuesto por 8 ametralladoras o por 2 cañones de 20 mm y 4 ametralladoras Browning de 7,7 mm. Tenía una longitud de 9 metros, una envergadura de 11,2 metros y una altura de 3,9 metros.
Fue operado por más de 35 países, entre ellos Argentina, Bélgica, Canadá, Checoslovaquia, Portugal, Sudáfrica y Tailandia. Y también son numerosos los países que en la actualidad poseen ejemplares en museos o realizando vuelos en exhibiciones y ceremonias.
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