El Departamento de Estado de los Estados Unidos solicitó este jueves al Departamento de Transporte la suspensión de todos los vuelos chárter privados entre aeropuertos en los Estados Unidos y Cuba (incluyendo La Habana) sobre los cuales tiene jurisdicción.
La medida, que entrará en vigencia el 13 de octubre próximo, exceptúa a vuelos públicos y otros de carácter sanitario, de búsqueda y salvamento, así como los considerados de interés para los Estados Unidos.
«Esta administración continuará apuntando y recortando los ingresos que el gobierno cubano recibe de tasas de aterrizaje, alojamientos en hoteles propiedad del régimen, así como otros relacionados con viajes», señaló Michael Pompeo, Secretario de Estado.
«Los servicios militares y de inteligencia cubanos poseen y operan la gran mayoría de los hoteles y la infraestructura turística en Cuba. Instamos a los viajeros de todas las nacionalidades a que consideren esto y tomen decisiones responsables con respecto a viajar a Cuba. La suspensión de los vuelos chárter privados negará recursos económicos al régimen de Castro e inhibirá su capacidad para cometer abusos», prosiguió.
Pompeo también se refirió a la «interferencia en Venezuela para apuntalar el control ilegítimo de Maduro en el poder».
«Desafortunadamente, el régimen de Castro no ha cambiado su comportamiento represivo y antidemocrático. Continúa encarcelando a periodistas y activistas por la democracia, supervisando horribles abusos físicos, perpetuando la dictadura de facto en Venezuela, reprimiendo la libertad de religión o creencias y silenciando e intimidando a quienes dicen la verdad sobre la realidad en Cuba», concluyó el funcionario.
Él año pasado ya había entrado en vigencia una restricción sobre aeronaves privadas matriculadas en Estados Unidos operando en Cuba, a la cual se sumó este año la prohibición de vuelos hacia nueve aeropuertos en la isla, dejando como puerta de entrada solamente al aeropuerto internacional José Martí de La Habana, pero restringiendo el número de vuelos a 3.600 por año.