El pasado 30 de abril se cumplieron 65 años de la inauguración oficial del Aeropuerto Internacional «Ministro Pistarini» de Ezeiza, y cómo no conmemorar en AeropuertosArgentinos.com semejante aniversario para la principal estación aérea internacional de Argentina.
Fue quizás una de las mayores obras públicas del gobierno de Juan D. Perón, con un nivel de planeamiento y monumentalidad envidiables. Más que un aeropuerto, fue todo un proyecto urbanístico que previó, además del crecimiento del tráfico aéreo por décadas, barrios para sus trabajadores, sectores recreativos, la forestación de 2.000 hectáreas para «separar» al aeropuerto de su entorno, un hotel y una autopista que lo conectaba con el corazón de la ciudad de Buenos Aires. Todo en la primera mitad del siglo XX y en menos de cuatro años.
Al momento de su inauguración se lo promocionó como el aeropuerto más grande del mundo, aunque esto es válido sólo si se consideraba el área ocupada por todo el proyecto, de casi 7.600 hectáreas (hoy el aeropuerto en sí ocupa 3.475 hectáreas), no las instalaciones aeroportuarias.
De acuerdo a una nota escrita por Pablo Luciano Potenze hace unos años para El Mensajero Turístico, «Se construyeron dos espigones (nacional e internacional) con capacidad para estacionar veinticuatro aviones simultáneos, de los que sólo se libró al servicio el primero, porque el tráfico del aeropuerto —que competía con Aeroparque— no llegó a justificar el uso del otro. Tampoco los edificios tuvieron mucho uso en los primeros años. El principal (de aproximadamente 19.000 m2) sobre el que se dispuso la torre de control, tuvo en sus plantas superiores oficinas administrativas y de tráfico aéreo, pero la planta baja estuvo vacía mucho tiempo y la mayor parte de los tres primeros pisos se destinó a una gran confitería bailable con grandes vistas a la plataforma reafirmando el concepto de aeropuerto espectáculo, ya que los aventanamientos hacia el lado de los aviones, son mucho más generosos que los que miran a la ciudad. El hotel internacional, de subsuelo, planta baja y cuatro pisos superiores, tuvo un funcionamiento conflictivo, y jamás recibió muchos pasajeros; en sus primeros tiempos estuvo en manos de la Fundación Eva Perón, luego fue concesionado y finalmente, luego de una breve administración del Ministerio de Bienestar Social de López Rega, fue clausurado a mediados de los años setenta.»
Lamentablemente el Aeropuerto Internacional de Ezeiza nunca llegó a desarrollarse en todo su esplendor como centro de la actividad aerocomercial del Gran Buenos Aires. En mayo de 1947, mientras Ezeiza estaba en obras, la Fuerza Aérea Argentina inauguró un precario «Aeroparque» en la Costanera Norte de la Capital Federal, con un objetivo no muy definido, pero que acaparó en principio el tráfico de las compañías Aeroposta Argentina, ALFA y LADE. Al formarse Aerolíneas Argentinas de la fusión de las dos primeras mas ZONDA y FAMA, todo el tráfico se fue para Ezeiza, permaneciendo sólo LADE en el Aeroparque, que sobrevivió sólo con ella y el tráfico de vuelos militares, oficiales y deportivos.
Pero tras la caída de Perón en 1955, y la posterior liberalización del mercado aerocomercial, surgieron nuevas líneas aéreas (Austral, ALA, TABA, etc.) que optaron por el Aeroparque, lo que terminó obligando a Aerolíneas Argentinas a transferir su operación doméstica a éste para mantenerse competitiva en 1958, y fue así que Ezeiza se transformó en un aeropuerto casi fantasma considerando el tamaño de su infraestructura, con alrededor de 40 vuelos comerciales diarios, lo cual truncó todos los planes de ampliación previstos en el proyecto original, y dejó a Buenos Aires con dos aeropuertos emparchados en lugar de una sola gran aeroestación.
La actual pista 11/29 (entonces 10/28) se alargó a 3300 metros a mediados de los 50 para permitir la operación de jets. De acuerdo a lo mencionado por Pablo Potenze en la misma nota, a principios de los 70, en coincidencia con un importante crecimiento de los servicios internacionales de Aerolíneas Argentinas se hicieron algunos trabajos como la instalación del radar Thomson, la actualización de los sistemas de comunicaciones, se ampliaron las áreas de mantenimiento, se construyó el sector de cocinas y se habilitaron nuevas plantas de combustibles.
A finales de la misma década, y con el apuro del mundial de fútbol de 1978, se demolió el antiguo espigón internacional para dar lugar a una nueva terminal (la actual A), y así también se reacondicionó el edificio principal para convertirlo en la terminal de Aerolíneas Argentinas. Después de esto tuvieron que pasar más de 20 años para que en 2000 se inaugurara el nuevo sector de arribos de la Terminal A, y luego entre 2011 y 2013 la terminal C y el pre embarque de la terminal B.
Quienes todavía resisten a 65 años de su inauguración son las tres moles del del círculo central, que actualmente son ocupadas por la sede de Aeropuertos Argentina 2000, algunas compañías aéreas, la ANAC, la Fuerza Aérea y el CIPE, entre otros organismos. En algún momento se pensó que dentro de las reformas a realizar por Aeropuertos Argentina 2000 estos edificios serían demolidos, pero por suerte todo fueron suposiciones y todavía podemos contar con esas obras que son todo un símbolo de la arquitectura nacional.
En la actualidad son 32 las aerolíneas que operan vuelos comerciales regulares de pasajeros en Ezeiza (Aerolíneas Argentinas, Aeromexico, Air Canada, Air Europa, Air France, Alitalia, American Airlines, Avianca, Avianca Perú, Boliviana de Aviación, BQB Líneas Aéreas, British Airways, Conviasa, Copa Airlines, Cubana, Delta Airlines, Emirates, Gol, Iberia, KLM, LAN, LAN Argentina, LAN Ecuador, LAN Perú, Lufthansa, Qatar Airways, Sky Airline, TAME, TAM, TAM Mercosur, Turkish Airlines y United Airlines) hacia 47 destinos en Argentina, América, Europa y Medio Oriente (hasta el 28 de marzo de este año Ezeiza tenía el privilegio de ser el único aeropuerto latinoamericano con conexión directa hacia los cinco continentes).
En 2013 pasaron por Ezeiza 8.821.682 pasajeros (484.022 nacionales y 8.337.660 internacionales) y 64.343 aeronaves (7.024 de vuelos nacionales y 57.319 de vuelos internacionales).
Al potencialmente gigantesco Ezeiza sólo le resta esperar que al Aeroparque Jorge Newbery ya no lo quede un metro cuadrado más de espacio libre para empezar a ver cómo se derivan operaciones de cabotaje hacia él. Quizás todavía falten 5, 10 o 15 años para que esto suceda, pero su destino como el gran aeropuerto de Buenos Aires (y de Argentina) tarde o temprano llegará.
A continuación reproduzco algunas imágenes del archivo de Gustavo Roberto D’Antiochia, un apasionado por la aviación, y específicamente por el aeropuerto de Ezeiza, su lugar de trabajo desde hace más de tres décadas.
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Tener las conexiones internacionales con las de cabotaje separadas por 50 km y más de una hora de viaje (con suerte y sin cortes) por automotor en días hábiles es un disparate con pocas analogías en el planeta. El primer y decisvo elemento para la coherencia y el crecimiento de Ezeiza no será la saturación de Aeroparque, sino un tren rápido, moderno y de precio mucho más bajo que un taxi que conecte la ciudad con EZE. Luego, planificación y coherencia: de poco sirve abrir una nueva terminal si todos los pasajeros convergen a cinco puestos de aduana con más de una hora de cola apiñados.
Sin coordinación y sin inversión en transporte terrestre, EZE seguirá siendo lo que es, un aeropuerto desconectado con la ciudad que debería servir.
Gracias por la nota.
En 1960, yo era radiotelegrafista de la Armada Argentina, Ushuaia,y viajábamos desde Ezeiza,en dulas dc4, y según la época solo llega a hasta río gallegos,y si era invierno de allí en adelante,luego de ponerles cadenas al tren de aterrizaje,seguíamos,hasta Ushuaia,previo paso por río grande.