El siguiente cuento lo leí hace ya unos cuantos años en la lista de correo del Grupo de Usuarios Pista 18. Aclaro que lo que aquí reproduzco no es el cuento originalmente enviado, ya que perdí el e-mail, pero sí un relato escrito por mí en base a lo que recuerdo. Corríjanme si encuentran algún error, pero desde ya permítanme algunas licencias.
«Esto ocurrió a mediados de los años 70 del siglo pasado. Había un hombre que tenía un muy potente olor corporal, desagradable. Se había ido incrementando durante los últimos meses, por lo que, empujado por su familia, fue a visitar a un médico.
Planteado el problema al doctor, éste lo mandó a hacerse múltiples análisis y estudios para tratar de averiguar la razón del olor, ya que a primera vista el hombre parecía tener una salud más que adecuada para su mediana edad. Aparte del olor no tenía ningún síntoma que permita hacer un diagnóstico.
Tras un par de semanas, y con los resultados de los estudios en la mano, el hombre fue a ver al doctor, quien con asombro los leyó al descubrir que el hombre no tenía nada. La sangre y orina, perfectas. El corazón como un reloj. Su sistema digestivo, impecable. El médico estaba desconcertado. En todos sus años de experiencia nunca había tenido un caso similar.
Hablando con el hombre sobre su perfecto estado de salud, el médico le pregunta a qué se dedicaba. A lo que contesta que trabajaba en el aeropuerto. Ante la indagación acerca de qué tareas específicas realizaba, el hombre le explica que su función consistía en descargar los residuos de los baños de las aeronaves de pasajeros. Sorprendido por la tarea, el médico le consulta si era un trabajo complicado, a lo que el hombre le responde que no, aunque a veces tenían inconvenientes cuando la manguera que conectaba el tanque del avión con el del camión se rompía, desparramando sobre ellos algo del asqueroso contenido sobre él y sus compañeros.
De repente, al doctor se le hizo la luz. ¡Allí estaba la razón del olor! si esto ocurría muy seguido, el cuerpo iba incorporando el aroma, y aunque todavía no representaba ninguna amenaza a la salud, a futuro podía tener consecuencias gravísimas.
Fue entonces que aconsejó fuertemente al hombre para que renuncie a su trabajo y se busque otro en donde no esté expuesto de esa manera.
Indignado, el hombre se levantó de su silla y antes de retirarse le gritó: «¡¿Y dejar la aviación?! ¡JAMÁS!«
No se a ustedes, pero este cuento me pegó muchísimo cuando lo leí por primera vez, y a medida que me sumerjo en mis 30 me retumba cada vez más. Por diferentes cuestiones mi camino profesional lo he venido haciendo en el Marketing, carrera que estudié y ejerzo desde hace 10 años. Me encanta. Me apasiona. Pero, pero….
Lo mío es la aviación, es lo que siento que corre por mis venas, y es el mundo en el que quiero estar, sea al mando de un avión, en una torre, en una oficina de alguna aerolínea u organismo o bien en plataforma como banderillero o manejando un equipo de handling.
Sé que desde este sitio web ayudando a divulgar y a preservar el día a día de la aviación o como spotter uno también forma parte de la comunidad aeronáutica. Pero a veces quiero más, quiero que esas 8 horas por día en la oficina también sean dedicadas a la misma.
En fin, es un sueño al que todavía no renuncio, y al que espero que vos, que quizás también estás en una situación similar, pensando en un cambio de rumbo, tampoco lo hagas.
Actualización: 06/03/2019
Cuatro años después de haber escrito esta nota, hoy puedo decir con mucho orgullo y satisfacción que trabajo en la aviación, tras haber haber apostado a Aviacionline.com como mi principal ocupación a mediados de 2016.
La fantasía de el «hobby» convertido en «empleo» se me cumplió, o bien me esforcé en hacerla cumplir, porque no hay magia: son años de esfuerzos y sacrificios.
Y desde el rol que asumí como divulgador de la actualidad aerocomercial y aeroportuaria argentina vivo no solo «ocho horas por día en la oficina» dedicadas a la aviación, sino TODO EL DÍA.
Por lo que si hoy están leyendo esto, sin importar la fecha que sea o la edad que tengan, solo puedo decirles que, si el contexto los ayuda, tengan la valentía de sucumbir ante EL ENCANTO DE LA AVIACIÓN.
Entrar se puede por cualquier lado, hay un gran abanico de opciones, quizás no en el interior profundo (aunque sí cada vez más) y deban contemplar mudarse; quizás su primer puesto no sea como comandante, TCP o Jefe de Aeropuerto; pero lo importante es entrar, vincularse, y empezar a construir el camino. La vida se los va a agradecer.
Increible leer esta historia, sobre todo tu comentario final, estoy viviendo EXACTAMENTE lo mismo, tengo 35 años, soy administrador de empresas, trabaje en marketing los ultimos 7 años en el mundo de la telefonia, acabo de renunciar, sabes para que? cumplir mi sueño de trabajar en la aviacion, este año 2015 voy a seguir una maestria en Aviation Management en otro pais, cuando les conte de esto a algunos amigos me miraron pensando ‘este esta loco’ pero no saben que cada vez que estoy en un aeropuerto me repito a mi mismo ‘esto es lo que quiero para el resto de mi vida’ ‘la aviacion es mi mundo’ quiero trabajar en un aeropuerto, en una aerolinea quiero estar ahi cerca a los aviones, es lo que me hace feliz.
Voy a vender algunas cosas para poder pagar la maestria, me ire lejos de mi pais, Peru, dejare amigos y familia pero los sueños cuestan sacrificio y es momento de ‘tirarse a la piscina’, no quiero ser mas viejo, mirar atras y arrepentirme de no haberlo hecho en el momento que podia.
No espero ganar una fortuna para tener una mansion y lujos, solo quiero despertarme todos los dias feliz, sabiendo que me gusta lo que hago, el resto de cosas llegan solas.
Un abrazo, hacen un trabajo increible, es una de mis webs de cabecera.
Lei el cuento, y me pasa exactamente lo mismo. Tengo 36 años, y siempre quise trabajar en la aviación… Mi problema siempre fue el dinero, sabemos que la mayoria de las carreras relacionadas con la aviación son caras. En 2011 pude hacer el curso de TCP, con todas las ilusiones, me postule en todas las empresas que pude y lo mas cerca que estuve fue la 2da. entrevista de Ingles oral para AA, me dijeron que mi ingles no alcanzaba el nivel gramatical que exigía la empresa, que hiciera un curso acelerado y volviera a postularme. Sorpresivamente, me quede sin trabajo, asi que no pude, hasta ahora, hacer ningún curso. No se si a mi edad podré seguir postulandome para Tripulante, pero aún no pierdo las esperanzas… Me imagino algún día, volando un avión comercial…
Recién hoy he descubierto esta página, está buenísima. Yo ya tengo 51 y sigo soñando algún día con hacer algo que tenga que ver con la aviación, aeropuertos, líneas aéreas. Quizás no somos muchos los locos de los aviones, pero lo que me llama la atención en todos es la pasión que tenemos. Amo volar, todo el proceso de llegar al aeropuerto, embarcar, despegar, aterrizar, cada vez que viajo me intereso por las frecuencias que tiene esa ciudad, el aeropuerto, observo la pista, las conexiones. Lo bueno de todo esto es saber que no estoy solo. Vamos, sigamos así con esta pasión. Daniel, te felicito, es la mejor decisión que has tomado en tu vida seguramente, y Natalia no bajes los brazos. Y para vos Edgardo un fuerte abrazo. Da mucho placer saber que hay gente que experimenta las mismas sensaciones.
Excelente nota. Yo, como ustedes, amo a los aviones, son mi sueño mi pasión. Ni hablar que cuando era chico, lo único que quería era ser COMANDANTE DE UN AVIÓN.
Así crecí con las anécdotas de un abuelo que fue mecánico de aviones hace más de 60 años, profesión que abandonó porque no estaba de acuerdo con algunas cosas que pasaban.
Su pasión, hizo que pasáramos miles de tardes en la terraza viendo pasar aviones o que fuéramos a todo aeropuerto cercano para verlos más de cerca. Incluso son incontables las tardes sentados en lo que era el viejo museo de aviones en SABE, desde donde se tenía una vista y una cercanía inmejorables de estos «bichos» voladores.
La vida hizo que sea abogado de profesión, pero no por ello logro sacarme de la cabeza a los aviones. Hoy a mis 35 años, cuando estoy en el medio de un lío laboral y preciso un momento para pensar (o solo de paz), me siento en mi computadora y me pongo a ver cosas aviones y así relajarme (obviamente empiezo por Aeropuertosarg, en el foro soy LV_ARG). Creo que a estas alturas esta pasión no me abandonará jamás.
Ahora bien, es increíble ver que no somos «pocos» los que sentimos lo mismo, que amamos pisar un aeropuerto (como viajeros, «spotters» o meros chusmas), que contamos los días para subirnos a un avión simplemente para ver ciudades desde arriba. Que nos volvemos locos cuando escuchamos los motores de un avión y que cuando esos sucede, no bajamos la cabeza hasta que lo encontramos en el cielo, y eso en verdad, reconforta.
Se que muchos no entienden nuestra pasión (de hecho para muchos yo soy el loquito de los aviones), pero ellos no saben lo que se pierden.
Edgardo, MUCHAS GRACIAS por esta hermosa página que haces, nos permite estar cerca de esa pasión (y a mi personalmente conectarme con mi abuelo ya que, cuando muchos foristas con más años, suben fotos viejas de los aeropuertos, me retrotraen en el tiempo y me siento sentado una vez más con mi abuelo viendo a esos «bichos voladores».
Daniel, te felicito por la decisión, vas a ver que dará sus frutos. Natalia: A seguir intentando, que pronto llegará la recompensa. Fernando, excelente tu comentario.
Abrazo y buenos vuelos para todos.
Muy buena historia Edgardo! Yo estudié la carrera de Comisario de abordo (TCP) hace ya unos años pero no he tenido la oportunidad de trabajar de lo que me gusta. Actualmente trabajo en Hotelería pero mi pasión sigue siendo la aviación comercial. Siempre veo publicaciones de esta página y en general miro cuando aparece alguna convocatoria para postularme. Mantengo la Fé que algún día se me dará la oportunidad.
Les mando un saludo a todos.
La verdad muy buenas las historias, es bueno saber que a uno le pasan las mismas cosas que a otros , yo trabajando en tecnologia y ciberseguridad pero mi pasion, mi corazon, esta siempre alli arriba,cuando veo o escucho un avion y salgo a mirar ….me miran como si estuviera loco hoy a mis 50 y pico tengo mas ganas que nunca de pertencer al mundo de la aviacion con tal de estar cerca de ellos … espero que la vida me de la oportunidad, desde mi rateadas del secundario a aeroparque hasta hoy sigo con el deseo intacto por esa pasion de la aviacion
Los felicito por su perseverancia y persistencia para llegar al objetivo ,,,yo aun la mantengo y la busco un saludo para todos
Excelente Edgardo, hace tan solo unos años era de aquellos que siempre que pasaba por Costanera Norte, aquí en Buenos Aires, y se tomaba unos minutos para pegar la ñata contra la reja. Desde hace unos años tengo el orgullo de llevar los colores del Condor y sigo parando unos minutos frente a la reja de SABE para no olvidar de dónde se viene. No se puede trabajar en aviación si no se aman a estos bichos.