La idea de hacer un blog daba vueltas por mi cabeza hace unos años. Pero siempre había una razón para posponerla. Que el trabajo, que el tiempo, que no es prioritario, etcétera. Hace un mes y medio, aprovechando un sabático laboral que necesitaba mucho, decidí tomar el dominio que usaba para laboratorio, conectarlo a WordPress y ver qué hacía con él. De ahí sale la primera nota de este blog, V1 Rotate, descolgada 10 días antes del inicio de actividades. Empezaba a tener destino de cajón virtual, cuando un par de días después me encontré sentado en una muy bonita mesa, en un casamiento.
Ahí estaban los segmentos de familia que uno tiene: la familia que uno integra, la que uno conoce, la que uno ve seguido y aquella que aparece para este tipo de acontecimientos. Como parte integral de este último segmento, estaba la tía Lily.
Hacía menos de una semana que LEVEL había anunciado los vuelos BCN-EZE, por lo que uno de los miembros de la familia que uno conoce arrancó una charla con un «che, vos que sabés de estas cosas…» y empezamos a hablar de low cost, de Avianca, de aviones en general. La tía Lily permanecía en silencio, casi como si estuviera esperando el momento justo para hablar.
Y habló.
Arrancó con «Los aviones de LATAM aterrizan mejor», y continuó escupiendo máximas durante 10 minutos. «Yo con Aerolíneas no viajo ni loca» «los aviones de British toleran mejor las turbulencias» «tienen aviones viejos», «En el aeropuerto de San Pablo carreteamos más» y una interminable catarata de éxitos. En un principio, intenté rebatir sus preconceptos. Desde lo que uno sabe, desterrar esas ideas erróneas sobre aviones y líneas aéreas. A los cinco minutos de iniciada la diatriba, honestamente estaba más cerca de partirle una silla en la espalda. Pero no. Es un país libre y esta señora tiene un derecho consagrado en la Constitución Nacional a decir boludeces. Y de pronto una voz interior me hizo notar algo: estaba ante una oportunidad única. Estaba viendo una Doña Rosa (copyright Sir Chandler) en su ambiente natural.
Terminada la charla, el casamiento (muy rico todo) y la noche, volví a casa y me quedé pensando: ése tiene que ser el objetivo del blog. Como meta de máxima, elevar el nivel de la charla. Como objetivo de media, tener un lugar de consulta para poder tener mejores argumentos. Como base, tener una referencia a dónde mandar Doñas Rosas a leer. Un lugar donde haya información de cómo funciona la aviación, para desmitificar la actividad y para ver cuáles son las dinámicas de la industria y cómo afectan al pasajero. Entender el efecto mariposa que hizo que las cosas sean así hoy y no de otro modo.
Me impuse dos condiciones: la primera, tratar de que sea entendible, aún cuando sacrifique cierta precisión técnica. Que el contenido sea Doña Rosa friendly, podríamos decir. La segunda, de ningún modo pararme en un lugar de soberbia y de recriminación por aquello que no se conoce. Si algo me dio mi carrera es que el usuario no necesita saber cómo funciona mientras funcione, por lo que no le es exigible. No pretendo que la tía Lily venga a decirme «el año que viene me saco un pasaje por AR así conozco el MAX 8», pero si está leyendo, aprovecho para decirle que nada me haría más inolvidable el cumpleaños ése al que hay que ir en septiembre que estas 15 palabras.
Así fue que escribí la primera nota, la de los Low Cost, y finalmente la publiqué el miércoles 22 de Abril. Y dio comienzo a un primer día de locura. Debo confesar que en un momento hasta dio un poco de miedo ver el contador y tratar de comprender la repercusión que tuvo. Ahí confirmé cuál era el camino de esta idea. Que hoy, un mes después, sólo puede seguir creciendo.
En este primer mes aprendí muchas cosas que no sabía, tanto de aviación como de lo que implica administrar un blog. A quienes vieron esa primera nota del modo que la vieron y a los que hoy ven el blog y todavía les hace picar el ojo, extiendo mis sinceras disculpas. No falta mucho para que haya una renovación visual de la página.
Aprendí también a entender qué contar y cómo hacerlo. Siempre tratando de ser preciso pero alcanzable, a dosificar y no irme por las ramas (el post de los Turbohélices arranca con Newton, por el amor de Jesús) y tratando de ser ameno a la vista. Creo que lo voy logrando. Pero es un proceso.
Para el futuro de este blog hay muchas cosas pensadas. Muchos temas que requerían de algunos conceptos que ya fueron desarrollados, y de otros que todavía hay que presentar. Pero en el presente de esta idea, hay algo más que aprendí. Que hay que dar gracias.
Gracias a ustedes, los lectores. Es increíblemente gratificante ver que hay gente que elige leer lo que uno escribe. Que tiene ganas de saber de algo, y lo honra a uno con la hermosa responsabilidad de ayudarlo a saber. Gracias a esos lectores que además dejan un comentario en el blog, o un like, un retweet o una respuesta en Twitter. Gracias a unos cuantos amigos virtuales que pude conocer en la vida real, gracias a aquellos a los que todavía no. Gracias a dos referentes que admiro y me honran con su interacción: Sir Chandler y Floxie.
Gracias a mi mujer, que me banca desde siempre esta pasión, y que me hizo entender desde el ejemplo algo que es clave en la vida y en el desarrollo de este blog. Fuimos primeros novios cuando chicos, y cada uno hizo su vida durante 11 años, hasta que nos volvimos a ver. Y acá estamos. Tal vez lo más importante que pueda enseñar desde este espacio no tiene que ver con aviación, me lo haya enseñado mi mujer y sea lo que cierra este párrafo: aquello que uno ama siempre está a 10 metros de la cara. Sólo hace falta coraje para ir a buscarlo.
Y finalmente, no puedo dejar de agradecer al disparador de todo esto. Sin ella, tal vez seguiría hablando de aviones en una mesa de casamiento. Hoy, tenemos un salón entero para nosotros para hablar de aviones.
Gracias, tía Lily.
Yo, lectora, te digo … Gracias por escribir bien!! Además de explicarnos cosas sin guitarra a cuestas ni imprecisiones. Feliz mes!!! Tía Nelly
Gracias Tía!
Buenas ! Como uno de tus lectores, agradecerte por aclarar tantos temas que nos son desconocidos, o confundidos muchas veces. Hablas muy claramente de todos los temas y se entienden bastante soy una persona interesada en la aviacion hace un tiempo y ayuda mucho tu Blog! Segui por este camino 🙂 ( Si es cierto que quizas falta un poco de diseño al blog, pero se perdona por los grandes textos ) !
Saludos
Gracias por tus palabras! Ya está en marcha la lavada de cara del diseño del blog. Falta poco para que sea más amable al ojo!
No me acuerdo cómo llegue a tu blog, seguramente por Twitter, pero me gusta mucho porque como avgeek que soy sin ser del palo de la aeronáutica, pero tampoco una Doña Rosa, me hace aprender cosas, especialmente las más tecnicas, y enterarme de novedades.
Saludos y seguimos así
Gracias Federico, la idea es esa: acercar algo de lo complejo de la aviación comercial a quien tiene ganas de aprender y siente curiosidad. Nos seguimos leyendo!
Tu blog tiene 2 condimentos que no se encuentran en otros. La temática de la que hablas, más “técnico-comercial” del sector (en eso se diferencia de los blogs ya conocidos) y la prosa (simple y clara).
Como trabajador aeronáutico es un placer leerte.
Un abrazo
Muchas gracias Manuel, otro abrazo grande.
La tía Lily no será una licencia para esconder la identidad de la verdadera tía del primer comentario?? ?
Bienvenido tu blog a la blogosfera, recién lo descubro gracias a Chandler. Muy buena la anécdota de inicio
Jajajajaja, no no, la tía Lily existe. Pero se parece mucho a esta!
Jajajajajajajajaja…. Q grande Chandler! Está juntando un ejército de blogueros para combatir a las Doñas Rosas. Para eso hay q ir a hablar a las filas del pago fácil, a la peluquería o a una reunión de consorcio. O la otra es ser columnista de La Nación. Para Doña Rosa la internet es un lugar para chantas, gente que ve pornografía y gente de baja calaña.
Seguí escribiendo para los q entendemos q Internet es la biblioteca más grande del mundo y siempre con respeto podemos interactuar y aprender!
Por mas post y dejemos q las tías hablen boludeces así tenemos de q reírnos.
Abrazo.
🙂