Porque a esta altura United no puede dejar de ser el centro de atención, en el día de hoy comunicó sus resultados del primer trimestre de 2017, que arrojaron una pérdida neta de un 69%, al ubicarse en USD 97 millones de ganancia, contra 313 millones del mismo período de 2016.
El descenso de las ganancias tiene como responsables al alza del precio del combustible y el impacto del aumento de los costos laborales. El primer trimestre cerró con un incremento en los ingresos de un 2,7%, equivalente a 8400 millones de dólares, mientras que los gastos subieron 7,9%, totalizando 8100 millones. La ganancia operativa fue de 278 millones, 57,9% menor que los 649 millones de 2016. Los costos de combustible subieron 28%, mientras que los costos salariales subieron 6,9%.
El presidente de United Continental Holdings, Scott Kirby, dijo que ve «tendencias positivas» en relación con el resto del año. «Esperamos incrementar el ingreso por pasajero entre 1 y 3%, lo que sería el quinto trimestre de crecimiento sostenido».
Al mismo tiempo, y en un nuevo intento por apagar del todo el escándalo derivado de la sobreventa del vuelo 3411, Oscar Munoz, CEO de United Airlines, volvió a hablar del incidente.
«Es obvio que, de acuerdo a experiencias recientes, podemos hacer un trabajo mucho mejor sirviendo a nuestros clientes.», dijo Munoz en un comunicado que acompañó la publicación de las ganancias de la compañía. «El incidente del vuelo 3411 fue una experiencia aleccionadora, y asumo la total responsabilidad. Esto se probará como un punto de inflexión para nuestra compañía, y estamos más determinados que nunca a poner a nuestros clientes en el centro de lo que hacemos. Estamos comprometidos a marcar el standard de la atención a clientes dentro de las aerolíneas Norteamericanas, mejorando la experiencia de nuestros clientes desde la reserva hasta el retiro de equipaje.»
Tras haber bajado un 6% en su peor momento, y totalizando pérdidas de 255 millones la semana pasada, el valor de la acción de United vuelve a acercarse al valor previo al escándalo. Lo que no significa que el daño de la imagen de la compañía no perdure en el tiempo y complique la recuperación esperada en el segundo trimestre, que comenzó apenas una semana antes del incidente.