Air One y Alitalia: Enemigos Intimos

En el Llamado a Expresiones de Interés de la semana pasada, se menciona a Alitalia Cityliner S.p.A. como parte de las sociedades en venta que pertenecen al Grupo Alitalia. Lo que hoy se llama Cityliner es en realidad el residual de Air One, una de las operaciones más sospechosas que se han hecho con la línea aérea de Bandera Italiana.
Aliadriatica nació en 1983 como parte del Gruppo Toto, fundado por Carlo Toto, especializado en construcciones e ingeniería civil.

Inicialmente pensada para taxi aéreo, en 1995 se transformó en Air One, y decidió competir con Alitalia en el mercado de cabotaje. En el año 2000. anunció que se asociaba e iniciaba operaciones de código compartido con Lufthansa, en el patio trasero de Alitalia.
En 2006 consigue CRJ-900 y comienza a operar vuelos regionales, incorporando a su nombre la expresión Cityliner.

Pero poco después, los problemas financieros comienzan a apretar el día a día de Air One. Pero Carlo Toto vio en esa crisis una excelente oportunidad: al mismo tiempo que Air One rozaba la bancarrota, su principal competidor también estaba con graves problemas económicos. La diferencia era que Alitalia contaba con la billetera inacabable del estado Italiano.

Air One planteó una fusión, una sociedad con la línea de bandera. Propuso entregar a Alitalia 70 aviones a través de AP Fleet, la compañía del Gruppo Toto especializada en Administración de Aeronaves. Recibió 454 millones de Euros por las acciones de Air One, y el estado asumía los pasivos, por 600 millones más. Por si faltaba algo, Carlo Toto obtenía acciones de la nueva compañía que unía Alitalia SpA y Cityliner SpA.
AP Fleet, desde su sede en Irlanda firma un contrato con Airbus por los 70 aviones. Recibe los primeros y los entrega a Alitalia en Leasing, con cánones muy superiores a la media. Hasta 2009, momento en el que Airbus cancela el contrato por incumplimiento, Alitalia paga por aviones que no tiene, de acuerdo a los términos de una fusión que le garantizaba 70 aviones gratis.Pero ojalá el problema terminara ahí.

En 2010, los ejecutivos de Alitalia descubren que los números de Cityliner están plagados de irregularidades. Subvaluaciones, activos inexistentes y pasivos no garantizados. Las compañías Irlandesas del Grupo Toto son meras fachadas que sirven para fugar capitales y evadir al fisco italiano, que reclama decenas de millones de euros que, de acuerdo a los términos de la fusión, deberá pagar Alitalia. Los aviones y motores eran mantenidos por personal técnico no calificado, y los más de mil empleados de Air One que figuraban en nómina tenían un contrato precario. Alitalia deberá incorporarlos a todos. Cuando la nueva administración del gigante Italiano le pide una indemnización a Toto, éste se resiste y niega los cargos. Elige ir al arbitraje. En 2012, los analistas estiman que el daño a las finanzas de la nueva Alitalia es de unos 150 millones de Euros.
Y mientras Alitalia intenta recuperar algo de lo que generó esta maniobra, llega el golpe de gracia: el Gruppo Toto transfiere su patrimonio a sus filiales. Toto Holding, la sociedad en litigio con la línea de bandera ya no tiene activos que ejecutar. Toto pierde una serie de arbitrajes en sus empresas satélites por 19 millones. El fisco estima que las firmas Irlandesas evadieron 250 millones entre 2002 y 2008.

La justicia Italiana reclama 42 millones en deudas fiscales. Que pagará Alitalia. Qué hace Toto mientras tanto? Interpone un pedido de indemnización contra Alitalia por 260 millones de dólares, ya que el incumplimiento del contrato con Airbus, según el razonamiento del equipo legal del Gruppo Toto, es que las demoras en la incorporación de los aviones eran atribuibles a «dudas operativas» de Alitalia. Y al mismo tiempo, la causa por los trabajadores precarios se resolvió en los tribunales Romanos a favor… de Toto.
«Si la información sobre el estado de los contratos de los trabajadores no era clara, ante la inacción de la contraparte (Toto), Alitalia debería haber repetido la solicitud.» Es el argumento de los jueces. Es de esperar que el Triunvirato de Administración Extraordinaria apele la medida. Pero valga como pequeña muestra de cómo Alitalia vivió de crisis en crisis. Valga como muestra de todos los que se han aprovechado sin el menor escrúpulo del gigante Italiano.

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