El aeropuerto de San Carlos de Bariloche espera recibir un 30% más de pasajeros de cabotaje y un 160% más internacionales durante la próxima temporada de invierno, de acuerdo a declaraciones emitidas por el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, para lo cual han lanzado el Operativo Invierno, con el objetivo de que tanto ese aeropuerto como los de Esquel y San Martín de los Andes puedan mantenerse operativos bajo condiciones de seguridad, reduciendo demoras y cancelaciones ante las inclemencias climáticas.
«No podemos controlar las inclemencias climáticas pero sí hacer todo lo que está a nuestro alcance, con maquinaria de punta, con planes de contingencia y muchos recursos humanos, para mantener las operaciones, pensando siempre en el pasajero y en el turismo tan necesario para el desarrollo del país», comentó Guillermo Dietrich, ministro de Transporte de la Nación.
Como ya había publicado el martes, durante el pasado fin de semana en esos aeropuertos hubo picos de hasta 34 centímetros de nieve, pero gracias al trabajo de más de treinta personas se pudo mantener la operatividad.
«Anoche, en el aeropuerto de Bariloche, que es el de más movimientos, se organizó por primera vez un simulacro en el que participaron la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil), AA2000, la EANA (Empresa Argentina de Navegación Aérea), el Servicio Meteorológico Nacional, el ORSNA (Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos), la PSA, Intercargo, el Ministerio de Turismo de la provincia de Río Negro, la subsecretaría de Protección Civil y representantes de la Cámara de Turismo. El ejercicio, realizado con éxito, simula que ha iniciado una nevada y que comienza a acumularse nieve en el área de movimiento imposibilitando la operación, frente a lo cual se activa el Operativo Nieve. Se evaluó la comunicación y coordinación de los participantes, el desempeño de los vehículos, los tiempos de respuesta, el correcto uso de los equipos, la disposición de los mismos y las prioridades de intervención así como el cumplimiento general del Programa de Control de Nieve que incluye la asistencia a los pasajeros», informó Transporte en un comunicado.
«El programa de control de nieve implica trabajos intensivos que afectan a personal especialmente entrenado y a recursos materiales específicos como son los anticongelantes líquidos y sólidos, los aplicadores, la maquinaria para desalojo de nieve y hielo y los medidores de fricción para superficies que presenten esta problemática. Las máquinas trabajan prioritariamente en pista, calle de rodaje principal y posiciones de estacionamiento para aeronaves próximas a aterrizar según la necesidad, con una capacidad de limpieza de 15.000m3 p/h. Para mantener las condiciones de seguridad y operatividad de la pista, se aplican anticongelantes químicos que, mezclados con agua, tienen la propiedad de bajar el punto de congelamiento de la solución a valores de temperatura por debajo de 0°, previniendo la formación de hielo y nieve», agregaron.
En lo que hace a la conectividad del principal aeropuerto de la Patagonia, durante la temporada alta tendrá esta oferta:
- Aerolíneas Argentinas: 56 vuelos semanales desde Aeroparque, 7 desde Ezeiza, 8 desde Córdoba, 7 desde Rosario y 3 desde Bahía Blanca.
- LATAM: 40 vuelos semanales desde Aeroparque durante julio, 2 vuelos semanales desde Tucumán y 7 vuelos semanales desde Ezeiza.
- Flybondi: 16 vuelos semanales desde El Palomar, 6 desde Córdoba y 2 desde Mendoza.
- Andes: 7 vuelos semanales desde Aeroparque.
En lo que respecta a vuelos internacionales, se destaca erróneamente que es la primera vez que Bariloche tendrá vuelos directos desde Brasil, algo que ya ocurrió el año pasado. Aunque sí, es cierto, la oferta de vuelos regulares non-stop es histórica:
- Gol: 2 vuelos semanales desde San Pablo.
- LATAM: un vuelo diario desde San Pablo.
- Azul: 3 vuelos semanales desde Campinas (aeropuerto de Viracopos, el tercero de San Pablo).
Con un peso argentino cada vez más devaluado, y aún cuando ya tenemos el invierno encima, Bariloche tiene todo para volver a transformarse en Brasiloche.