Farnborough International Airshow, Día 0, Parte 2: A Bordo del Embraer 190-E2

La Feria -dicen- empieza el Lunes. Sin embargo, ya hay actividades. Hace un ratito terminó una conferencia con el CEO de Boeing, los aviones siguen llegando al display y las empresas van armando las agendas para los días que siguen.

Esta mañana llegué muy temprano a Farnborough porque había un evento que cubrir. La jornada arrancó a las 3:30am en el hostel donde estoy alojado. De Waterloo a Victoria Coach, de Victoria Coach a Heathrow Bus Station, de Heathrow a Woking, de Woking a Farnborough. Llegué poco antes de las 8 am, me acredité como prensa y recorrí el display estático que no estaba ni cerca de terminar de armarse.

Ahí fue que vi el A220, solito y descansando. Después de dar unas vueltas, a las 9 en punto me acerqué al chalet de Embraer, ya que estaba invitado a un evento especial. Entrar, acreditarse, dar unas vueltas, conocer colegas.

Ahí estaba Jon Ostrower, Enrique Perella, Scott Hamilton, con quienes pude compartir un rato de charla. Al rato me encontré con John Flett, colega de Airlinegeeks, con el que nos pusimos a charlar antes de que arranque la presentación del Embraer E190-E2. Pasado un momento, todos a sus puestos: empezaba la conferencia de prensa.

Lo que dejó claro John Slattery, CEO de Embraer, es que no se viene un tiempo de prosperidad garantizado para las compañías aéreas. Y donde no hay prosperidad, hay que rascar de donde haya. Por eso la apuesta de Embraer con la serie E2 es tan importante: no están llamados a ser los más bonitos (aunque lo son) ni los más grandes. Pero sí serán definitivamente los más eficientes del segmento.

Claro, falta escuchar a Airbus. Pero no hay margen para la duda: el enemigo natural del Embraer siempre será el A220. Y cuando haya sangre en el agua, el Tiburón vendrá con ganas de cenar.

«El rendimiento pasado no es garantía de resultados futuros. A pesar de que todas las facetas de la industria se han destacado en los últimos años, ahora nos estamos preparando para un período de mayores costos, con presiones que probablemente continuarán sin disminuir. Las ganancias se erosionan y las ganancias desaparecen con el aumento de los costos «.

John Slattery, CEO, Embraer

Tras la revisión de los datos técnicos del avión, nos subimos a un micro y allá fuimos, a subir al E190E2. Tuvimos que esperar un poco para que la pista se libere -la logística de un Airshow siempre es complicada: ya verán por qué lo digo-, y luego empezó: una carrera corta y potente y una trepada majestuosa del Tiburón. Ya estabamos en el aire.

El vuelo duró un poco más de una hora y fue un circuito hacia el sudoeste de Gran Bretaña. El avión es extremadamente silencioso y cómodo por demás: con dos asientos por fila, el espacio sobra. La configuración del PR-ZGQ era de 104 asientos, con distancias distintas por segmentos. Adelante tenía 34″ de espacio, los asientos de atrás las ya casi estandarizadas 29″. Aún en esos asientos, se viaja muy pero muy bien. Diría que la ideal es 31″, pero es absolutamente tolerable con menos pitch.

Generoso espacio de piernas.
Enchufes en todas las filas.
Overhead Bins enormes, y excelente altura al techo.

Hubo un momento para ir a ver la cabina. Y tomar unas fotos, claro.

A la hora de dar el vuelo por terminado, el 190E2 mostró que las pistas cortas no son un problema. Ni por un momento.

Una vez aterrizados estuvimos un rato hasta poder bajar. Hubo tiempo para un poco de Guaraná y unos frutos secos. Después, un cóctel y un poco más de charla entre colegas. La verdad, excelente.

Y para terminar, el regalo de despedida era una maqueta 1:100 del E190E2. Fabuloso.

En síntesis: si el 190 era un avionazo, el E2 lo lleva más lejos con la eficiencia, el confort y las prestaciones. Es un rival dignísimo del CS300. Esta lucha será una de las más importantes y duras de los años que vienen. Veremos para qué lado sigue.

 

Muchas gracias a la gente de prensa de Embraer.

 

 

 

 

 

 

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