IATA alerta de una crisis de capacidad en Ciudad de México y plantea un trabajo conjunto entre el gobierno y las aerolíneas

La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) hizo hoy un llamado al gobierno mexicano para que trabaje en conjunto con la industria aerocomercial en el desarrollo de la infraestructura aeroportuaria que se necesita para satisfacer la creciente demanda de conectividad aérea en el aeropuerto de Ciudad de México.

«La industria está decepcionada por la decisión de cancelar el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), pero la misma ya ha sido tomada. La conectividad aérea eficiente y segura es crítica para la economía mexicana y el desarrollo a nivel nacional», remarcó Alexandre de Juniac, Director General y CEO de IATA durante el discurso de apertura del Aviation Summit Mexico organizado en conjunto con Canaero, ALTA y ACI-ALAC.

«Es imperativo que el gobierno y los representantes de la industria trabajen juntos para encontrar la mejor solución», agregó.

Y es que, tras la polémica cancelación del NAICM llevada adelante por el nuevo gobierno de Lopez Obrador (aún cuando la obra ya estaba bastante avanzada), se ha planteado un sistema de tres aeropuertos para el área metropolitana: expandir al actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), incrementar la ocupación del aeropuerto de Toluca y reconvertir la base aérea de Santa Lucía para uso civil.

El cancelado Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, en junio de 2018 (Foto: Vmpz85 – Wikimedia Commons)

En su primera etapa, que iba a estar concluida para el año 2022, el Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México tendría capacidad para 70 millones de pasajeros y 540.500 movimientos de aeronaves, contando con una terminal de 743 mil metros cuadrados con 96 mangas, una terminal de carga con capacidad para 2 millones de toneladas anuales, y tres pistas paralelas para operaciones simultáneas. En su etapa final, prevista para 2062, el aeropuerto tendría cuatro terminales, seis pistas y capacidad para 120 millones de pasajeros al año.

Sea cual sea la solución, debe avanzarse de manera urgente considerando que por el AICM pasaron 48 millones de pasajeros en 2018, cuando fue diseñado para 32 millones, mientras se espera un crecimiento interanual promedio del 3,6% para los próximos 20 años.

Según destacan desde IATA, la industria aerocomercial contribuye con USD 38 mil millones de dólares a la economía mexicana, apoyando 1,4 millones de puestos de trabajo. «La decisión de cancelar el NAIM pone en riesgo 200 mil nuevos empleos y un estímulo de USD 20 mil millones anuales  a la economía hasta el año 2035», comentó de Juniac.

IATA enfatiza que los planes alternativos al NAIM deben considerar estos factores clave:

  • Se debe desarrollar una infraestructura aeroportuaria que satisfaga las necesidades básicas de las aerolíneas pero con costos razonables.
  • El gobierno debe dar participación a las aerolíneas en relación al desarrollo de planes aeroportuarios dado que son las que tienen un mejor conocimiento de las necesidades del mercado y de los pasajeros.
    Alexandre de Juniac, Director General y CEO de IATA
  • El control del espacio aéreo debe ser seguro y eficiente, y en ese sentido de Juniac comentó que los tres aeropuertos planteados como alternativa están muy cercanos, en terrenos montañosos y de gran altitud, por lo que considera que, como la seguridad nunca debe comprometerse, no quisiera encontrarse con que su utilización se vea limitada por requerimientos de la gestión de tránsito aéreo.
  • Y, por último, que los slots (el espacio de tiempo asignado para cada vuelo) sean otorgados en línea con el Worldwide Slot Guidance de IATA, un sistema «justo, transparente y global que funciona como estándar en más de 200 aeropuertos de todo el mundo». El directivo dijo que «es bueno ver que el actual AICM se está moviendo progresivamente hacia la alineación con el WSG, pero al ser un programa global, es crítico que exista un pleno cumplimiento».

«Hay una crisis de capacidad en la Ciudad de México y no hay tiempo que perder en encontrar una solución. Las aerolíneas necesitan urgentemente saber qué infraestructura estará disponible y cuándo. Luego podremos empezar a dialogar con el gobierno acerca de cuál es la mejor forma de utilizarla. Si las decisiones tienen motivaciones políticas o son asignadas burocráticamente, los resultados seguramente estarán por debajo de lo óptimo», finalizó Alexandre de Juniac.

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