En lo que significa un nuevo paso del proceso de traspaso de la unidad de aviación comercial de Embraer al nuevo joint venture que formó junto a Boeing, ambas compañías presentaron hoy el nombre que lo identificará: Boeing Brasil – Commercial.
Recordemos que, bajo los términos del acuerdo, Boeing tendrá una participación del 80% de Boeing Brasil – Commercial (aportando USD 4,2 mil millones), entidad que se encargará de la unidad de aeronaves comerciales y sus servicios relacionados. El 20% restante lo mantendrá Embraer.
El JV fue aprobado por los accionistas de Embraer en febrero luego de varias idas y vueltas judiciales en Brasil. El primer paso pudo darse cuando, a principios de enero, el gobierno brasileño, en manos del flamante Jair Bolsonaro anunció que no ejercería su poder de veto sobre el mismo. Todavía resta el visto bueno final de las autoridades regulatorias para finalizar el proceso, lo cual se estima ocurriría a fines de este año.
Como ya hemos comentado en varias oportunidades, la unión entre Embraer y Boeing es otro paso más del proceso de consolidación de grandes fabricantes aeroespaciales que ha tenido lugar en occidente durante las últimas décadas. La compra y posterior rebranding del C Series en manos de Airbus materializada en 2018 fue el último empujón que necesitaban en São José dos Campos y en Chicago.
Con la entrada de las aeronaves comerciales de Embraer al portfolio de Boeing, el fabricante estadounidense podrá cubrir el segmento de entre 70 y 150 asientos, a futuro apenas alcanzado en el escalón superior, y con poco éxito, por el 737 MAX 7. Por el lado de la compañía brasileña, los E-Jets E2, la segunda generación de su línea de jets de pasillo único de mayor porte, tampoco ha resultado en un boom de ventas, acumulando la mitad de pedidos en firme que su competidor directo, los ahora Airbus A220.
Ahora, la gran pregunta es, ¿de la mano de Boeing Brasil – Commercial, vendrá un rebranding de los E-Jets?