Con el escenario de recuperación en forma de V cada vez más cerca de la fantasía que de la realidad, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) emitió este martes un nuevo informe que eleva hasta USD 314 mil millones la estimación de ingresos por pasajeros que perderían las compañías aéreas debido a la pandemia del nuevo coronavirus, lo que representaría una caída del 55% frente a 2019.
IATA justifica esta cifra basándose en que las restricciones a las operaciones domésticas podrían mantenerse con bastante fuerza por tres meses con cierta recuperación en el tercer trimestre de 2020, mientras que algunas restricciones a los viajes internacionales podrían extenderse aún más allá de ese período, poniendo como ejemplo los casos de China y Corea del Sur, que aunque lograron controlar la pandemia, ahora han aplicado restricciones más severas al ingreso de pasajeros desde el exterior para mitigar el riesgo de un rebrote.
Esos dos puntos, en conjunción con la crisis económica que está desatando la pandemia, haría derrumbar la demanda de viajes en un 48% (en el segundo trimestre, ocho puntos porcentuales de la caída serían exclusivamente atribuidos a la recesión, y no a las restricciones al movimiento de personas).
«El panorama de la industria se vuelve cada día más oscuro. La magnitud de la crisis hace que una recuperación en forma de V sea poco probable. Siendo realistas, será en forma de U, con los viajes domésticos recuperándose más rápidamente que los internacionales», señaló Alexandre de Juniac, Director General y CEO de IATA.
«Vimos esfumarse más de la mitad de los ingresos por pasajeros, lo que representa un golpe de USD 314 mil millones. Varios gobiernos han intensificado las medidas de ayuda financiera, pero la situación se mantiene crítica. En el segundo semestre las aerolíneas acabarían con USD 61 mil millones en reservas de efectivo, poniendo en riesgo 25 millones de empleos dependientes de la aviación. Sin ayuda urgente, muchas compañías no sobrevivirán para apoyar la recuperación económica», agregó el directivo, comentando que por cada puesto de trabajo que se pierde en una aerolínea, otros 24 desaparecen a lo largo de la cadena de valor.
De Juniac también remarcó que los gobiernos y la industria deben cooperar ante semejante desafío, haciendo un paralelismo con lo que ocurrió a fines de la II Guerra Mundial, cuando en diciembre de 1944 se llevó adelante la Convención de Chicago que dio nacimiento a la OACI y al marco regulatorio sobre el cual se creó el transporte aéreo moderno. «Meses después las aerolíneas se unieron para ayudar a los gobiernos a convertir ese marco en la industria que tenemos hoy. IATA se fundó el 19 de abril de 1945. Esta semana se cumplen 75 años de eso. El llamado a la acción que hacemos hoy es muy similar. Como en una guerra, el COVID-19 ha traído muerte y devastación económica. E incluso cuando todavía no sea visible el fin de la pandemia, es absolutamente claro que debemos trabajar y planearlo juntos», concluyó.
En el desglose por región, para Latinoamérica se espera que las aerolíneas pierdan ingresos por pasajeros por USD 18 mil millones, USD 3 mil millones más que lo estimado hace tres semanas, lo cual marca la pauta de cómo se acelera el deterioro de la industria.
Hasta el momento los gobiernos latinoamericanos no han reaccionado con mucho énfasis a los pedidos de ayuda realizados por la industria aerocomercial. Las medidas anunciadas por Brasil a fines de marzo quizás sea el caso más destacable.