El jueves, funcionarios estadounidenses señalaron la intención del país de abandonar un tratado histórico que permite a las partes realizar vuelos de reconocimiento con un mínimo plazo de aviso sobre el territorio del otro.
El acuerdo de «Cielos abiertos», firmado en 1992, cuenta con 35 estados ratificantes, aunque el número puede bajar a partir de esta última tensión. «Rusia está incumpliendo las condiciones del acuerdo, así que hasta que vuelva a cumplir, nos retiraremos», dijo el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
Medios periodísticos informaron que tras una revisión de seis meses del tratado por parte de Estados Unidos, esta alega que Rusia restringió sobrevuelos en Georgia y Kaliningrado (cosa que el acuerdo prohíbe) y usó los vuelos realizados sobre territorio norteamericano para realizar reconocimientos sobre infraestructura crítica, acción que se contradice con los principios del tratado.
En seis meses, Estados Unidos estará afuera de Open Skies. Podemos reconsiderar el retiro si Rusia se compromete a cumplir con el tratado de forma plena.» Dijo el Secretario de Estado, Mike Pompeo.
«A partir de seis meses de mañana, Estados Unidos ya no será parte del tratado», dijo el secretario Pompeo. «Sin embargo, podemos reconsiderar nuestra retirada si Rusia vuelve a cumplir plenamente con el tratado».
El Tratado de Cielos Abiertos entró en vigor el 1 de enero de 2002 y establece un programa de vuelos de vigilancia aérea sin armamento sobre el territorio de todos los países participantes.
El concepto de «observación aérea mutua» fue propuesto inicialmente al Presidente del Consejo de Ministros de la URSS Nikolái Bulganin por parte del Presidente de los Estados Unidos Dwight D. Eisenhower en la Conferencia de Ginebra de 1955.La firma definitiva tuvo lugar en Helsinki, Finlandia, el 24 de marzo de 1992. Los Estados Unidos lo ratificaron en 1993.
Los aviones de observación pueden ser los propios del Miembro Observador o bien pueden ser proporcionados por el Observado (modalidad taxi), quedando a elección de este último. Todos los aviones a utilizar así como los sensores que puedan incorporar deben pasar pruebas específicas e inspecciones previas para asegurar que cumplen los estándares del tratado.
En el caso de Estados Unidos, la plataforma seleccionada es el RC-135 Open Skies, mientras que la Federación Rusa cuenta con tres plataformas distintas: El Tu-154M-LK1, el Tu-214OS (que no fue aprobado para sobrevolar Estados Unidos) y el Antonov An-30B.
