Patrick Ky, director ejecutivo de la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA), comentó hoy en una entrevista que la autoridad aeronáutica continental está satisfecha con los cambios realizados en el Boeing 737 MAX, por lo que no se opone a autorizar el retorno a las operaciones.
Según indicó Ky, la agencia está terminando las revisiones de los documentos finales que anteceden al borrador de una Directiva de Aeronavegabilidad cuya emisión se espera para mediados de Noviembre. Ese borrador estará abierto a comentarios durante un mes, tras el cual la DA final será publicada y el avión estará nuevamente autorizado a realizar servicios comerciales.
Se anticipa que la DA indicará la necesidad de instalar el sensor de synthetic airspeed como sistema redundante, además de los cambios ya realizados en el software del avión que permiten que el MCAS (Maneuvering Characteristics Augmentation System) tome datos de los dos sensores de ángulo de ataque, en vez de sólo tomarlos del lado del Comandante.
“Nuestro análisis muestra que esto es seguro y que el nivel de seguridad alcanzado es lo suficientemente alto para nosotros”, dijo Ky. «Lo que hoy discutimos con Boeing es el hecho de que con el tercer sensor, podríamos alcanzar niveles de seguridad todavía más altos».
Si bien la FAA (Administración Federal de Aviación de EE.UU.), organismo de certificación natural de los aviones de Boeing, está más avanzada en su revisión, se abstuvo de hacer predicciones sobre el avance del proceso de recertificación. El jefe de la FAA, Steve Dickson, voló el Max a fines del mes pasado y dijo que estaba «muy cómodo», pero que el proceso no estaba completo.
EASA está trabajando con otros reguladores para aplicar las lecciones aprendidas a nuevas certificaciones. Un área tiene que ver con la evaluación de modelos derivados como el Max que integran tecnología moderna en plataformas más antiguas. El desafío es encontrar el equilibrio adecuado y asegurarse de que los pilotos tengan el conocimiento que necesitan para volar los aviones de manera segura, dijo.
Ese dilema transita el Boeing 777X: Si bien la variante modernizada del mítico 777 no cuenta con el sistema MCAS que provocó los accidentes de los MAX, Ky dijo que EASA estudiará de cerca los sistemas de control de vuelo del nuevo 777 y analizará cualquier punto potencial de falla como parte de su revisión.
En cuanto a si esto ralentizaría el proceso de aprobación europeo para el avión, Ky dijo que «Depende mucho de si Boeing es capaz de brindarnos las soluciones adecuadas y el análisis adecuado sobre la evaluación de riesgos», dijo. “Puede haber otros problemas; realmente estamos investigando este nuevo avión y nos vamos a asegurar de que nuestra evaluación de seguridad y la de Boeing se realice correctamente y no deje ninguna pregunta sin respuesta «.