CO2, solo un tercio de la contaminación generada por las aerolíneas

Agustina Rota

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Airbus A330-200 EC-JQG de Air Europa en el aeropuerto de Córdoba

Según un estudio realizado por la Unión Europea, se descubrió que las emisiones de CO2 representan tan solo un tercio de la contaminación generada por las aerolíneas. Si bien es un número representativo y es necesario tomar medidas para combatirlo, se están dejando de lado muchos otros componentes y posibles acciones que disminuirían aún más su huella ambiental. El descubrimiento demostró que las emisiones de  óxido de nitrógeno, el vapor de agua, las partículas de hollín y las especies de azufre oxidadas generadas por los motores representan los dos tercios restantes de la contaminación.

El estudio fue llevado a cabo por la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA)con el objetivo era investigar el impacto de la industria en el cambio climático más allá de las emisiones de dióxido de carbono. Como mencionamos en notas anteriores, existe un Sistema de Comercio de Emisiones en el que se brindan una cantidad de derechos a cada compañía y en caso de excederlos se les cobra una penalidad. Sin embargo no existen regulaciones sobre aquellas emisiones fuera del CO2.

El desafío de este descubrimiento es la dificultad en su medición y, por lo tanto, en su reducción. Según una proyección realizada por los científicos que llevaron a cabo la investigación, en 100 años estos componentes contaminarían un 177 porciento más que lo que generaría el dióxido de carbono.

 “Las emisiones de carbono son solo la punta del iceberg cuando se tiene en cuenta el impacto climático de la aviación. Las estelas de condensación y otros efectos de la aviación distintos del CO2 deben abordarse con urgencia para evitar la crisis climática. La UE debería liderar garantizando que el tráfico aéreo no se recupere a los niveles anteriores al COVID, creando rutas más inteligentes y regularizando el uso de combustibles sostenibles” expresó Jo Dardenne, Gerente de Aviación de Transport&Environment.

Como todo tiene su lado negativo también existe el lado positivo y es que en este estudio se proponen posibles soluciones en el mediano y largo plazo, encontrándose entre ellas la utilización de combustibles sostenibles, la reducción de aromáticos en el proceso de producción, una modificación de las rutas para evitar las zonas glaciares o sensibles al clima y rutas más inteligentes para volar a menor altitud evitando la formación de estelas de condensación.

 

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