La noticia de que Perú volvería a estar conectado con el Viejo Continente ya se escuchaba como potencial desde el mes pasado, hasta que finalmente el gobierno de ese país anunció el viernes que, en el marco de la «fase 4» del manejo de la pandemia, la cual establece el levantamiento de varias restricciones, se volverán a permitir las operaciones internacionales hacia destinos que requieran más de ocho horas de vuelo a partir del 15 de diciembre.
Esto abarca a ciudades como Madrid, Barcelona, París y otros destinos de Europa que no tienen conexión con Lima desde marzo.
El ministro de Transportes y Comunicaciones, Eduardo González Chávez, señaló que inicialmente podría haber unas treinta frecuencias semanales desde y hacia esos destinos.
La fase 4 también permite la apertura de casinos y teatros, lo cual se espera brinde una oferta de entretenimiento más amplia a quienes visiten Perú.
Según esa cartera, desde que se reanudaron los vuelos al exterior a países de la región el pasado 5 de octubre, 101.638 pasajeros han arribado o partido por motivos laborales o familiares.
Al 6 de diciembre el país llevaba acumulados 973.000 casos de COVID-19 y 36.231 muertes, con 1.224 nuevos casos informados ese día.
Además de exigir la presentación de un test con resultado negativo para COVID-19 realizado dentro de las 72 horas previas al vuelo, Perú también solicita el uso de tapabocas y protector facial, siendo uno de los pocos países que piden este último elemento.