En una de las medidas más duras llevadas adelante desde el paso de la primera ola de contagios de COVID-19 el año pasado, el gobierno de Chile anunció hoy que a partir del 5 de abril restringirá por 30 días los viajes al extranjero, tanto para ciudadanos chilenos como extranjeros residentes.
Así también se prohibirá durante el mismo período el ingreso de extranjeros no residentes en Chile.
En ambos casos se pueden solicitar permisos extraordinarios para personas que necesiten movilizarse por motivos urgentes y calificados de carácter humanitario, tratamientos de salud o «gestiones imprescindibles para la marcha adecuada del país».
A nivel general, la administración de Sebastián Piñera también adelantó a todo el país el toque de queda para las 21:00, y limitó los permisos de desplazamiento individual a dos veces por semana en aquellas comunas que se encuentren en fase 1.
“Necesitamos con urgencia que hagamos un esfuerzo adicional porque estamos en un momento muy crítico de la pandemia”, señaló un vocero del gobierno. En la última semana Chile superó el millón de contagiados (y 937 mil recuperados), habiendo duplicado el promedio móvil de contagios cada siete días durante marzo.
A partir de ayer el gobierno empezó a implementar además la cuarentena obligatoria de diez días para todas las personas que ingresen a Chile. Los extranjeros no residentes deben alojarse los primeros 5 días en un hotel de tránsito designado por las autoridades, mientras que los ciudadanos chilenos o extranjeros residentes pueden optar por alojarse los primeros cinco días en un hotel de tránsito o un hotel autorizado.
Al quinto día solo podrán abandonar las instalaciones quienes se realicen un test PCR y obtengan resultado negativo, luego del cual tienen 24 horas para desplazarse a su destino final y completar los cinco días restantes.
Las nuevas restricciones supondrán un duro golpe a la economía de las compañías aéreas y los aeropuertos concesionados, que apenas estaban recuperándose de la primera ola. En declaraciones realizadas a radio Bio Bio, el vocero del Aeropuerto Nuevo Pudahuel que sirve a la capital chilena, Branko Karlezi, dijo que si el Ministerio de Obras Públicas no avanza en la renegociación del contrato de concesión, la empresa quebrará el próximo año.
Entre enero y febrero en Chile se movilizaron 384.794 pasajeros internacionales de acuerdo a la Junta de Aeronáutica Aviación Civil, una caída del 80% frente al mismo período de 2020. Luego del piso de abril del año pasado el tráfico se fue recuperando gradualmente, aunque todavía a valores muy lejanos de la pre pandemia.
Esto es lo que se debe hacer en Argentina pero ya se sabe tenemos de oposicion a los asesinosde Cambiemos que politizaron todo y no les importa lo q nos pase.