UNCTAD, la agencia de la ONU encargada de monitorear el comercio y desarrollo internacionales, publicó un nuevo informe sobre la industria del turismo mundial. En este se plantean tres modelos, desarrollados de acuerdo a presupuestos sobre el manejo de la pandemia.
Recuperación de los viajes
Los expertos en turismo no esperan un regreso a niveles pre COVID hasta 2023. Casi la mitad de los expertos, incluso, ven un regreso a los niveles de 2019 recién en 2024. Las principales barreras que obstaculizan el regreso del turismo son las restricciones, la lenta contención del virus, la escasez de confianza por parte de los viajeros, y una economía en dudosa recuperación.
Si bien los viajes se han adaptado al impacto de las restricciones, por ejemplo, al incrementarse notablemente el turismo local, los países en desarrollo, que dependen en mayor medida del turismo, se verán impactados de manera más grave. De igual manera, la proporción de personas vacunadas puede ser un indicador de las posibilidades de viajar de los turistas a determinados destinos. Los turistas seguramente duden en viajar largas distancias, prefiriendo destinos cercanos y con altos niveles de vacunación.
La proporción de personas vacunadas varía significativamente entre países, desde menos del 1% hasta más del 60%. Es posible que el turismo en países con una alta proporción de personas vacunadas, que se encuentran predominantemente en los países desarrollados, se recupere más rápido que en los países con menores dosis colocadas.
Escenarios posibles planteados
El primer escenario plantea una reducción del 74% en la cantidad de turistas. Esto equivaldría básicamente a la misma reducción que existió en 2020.
El PBI mundial se contraerá aproximadamente en 2,4 billones de dólares. Esto será producto de un caída de 934 mil millones de dólares en el consumo turístico. Hay que remarcar que cada dólar que un turista gasta en un país genera aproximadamente 2,5 dólares de PBI total, debido a un «efecto cascada«.
En este escenario, el 53% de la caída será afrontada por los países en desarrollo. La disminución del producto bruto asociado al turismo será, según las previsiones, la siguiente:
El empleo no calificado, típicamente asociado al sector turístico, será golpeado de la siguiente manera:
En el segundo escenario, de recuperación parcial, el modelo plantea una caída del PBI global de 1,7 billones de dólares. El 52% de esta caída impactaría en los países en desarrollo, y el restante 48% en los países ricos. Para que este escenario se produzca, el turismo debería operar a un 63 por ciento de capacidad con respecto a 2019. Este escenario es calificado de optimista por la Organización Mundial de Turismo.
Los números del mismo, en caída de PBI y empleo no calificado, son los siguientes:
El tercer escenario, en tanto, se plantea de la siguiente manera:
- se asume una proporción desigual en la vacunación mundial
- los países con más del 50% de su población vacunada manejarían un nivel de tráfico turístico 37 puntos porcentuales menor a 2019
- en países con un porcentaje de vacunación menor, el tráfico continuaría en niveles 75% inferiores a los de 2019
El PBI en este escenario caería globalmente 1,8 billones de dólares. Los países en desarrollo, más pobres, deberán soportar el 60% de esta caída. En tanto, los países ricos, con mayor población vacunada y recuperación del turismo más alta, sufrirían el 40% de la misma.
Recomendaciones de la O.N.U. para la recuperación
- Volver a encarrilar el turismo. Mucho debe hacerse para restaurar la confianza de los viajeros. Se debe trabajar para eliminar preocupaciones sobre riesgos a la salud y a los planes de viaje cancelados. Las vacunas parecen ser el elemento más importante para lograr esto, por lo que implementar la vacunación masiva a nivel mundial lo antes posible debe ser una prioridad. Vacunar al 40% de la población mundial antes de fin de año, y al 60% para mediados de 2022, es un objetivo ambicioso y difícil de lograr. Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial de la Salud, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio podría costar US $50 mil millones. No obstante, los beneficios estimados superan con creces los costos.
Mientras la vacunación esté incompleta y no se logre la inmunidad colectiva, intensificar
la coordinación y comunicación sobre los requisitos de viaje. Por ejemplo, la OMT y la International Air Transport Association (IATA) implementarán un rastreador de destinos. El pasaporte COVID de la Unión Europea es un gran avance en este sentido. IATA también está promoviendo un pase donde incluir documentos de viaje, como certificados de vacunación y de pruebas.
Otras medidas para facilitar los viajes podrían incluir pruebas COVID baratas, rápidas y fiables. Se requieren también estándares comunes para que los países de destino acepten pruebas realizadas en el origen, y así evitar la doble prueba, a la salida y a la llegada. - En segundo lugar, es importante mitigar los impactos socioeconómicos. Los países desarrollados han utilizado medidas fiscales para apoyar a las empresas y a los trabajadores del turismo. Esta estrategia es un desafío para la mayoría de los países en desarrollo, en particular donde el turismo comprende gran parte de la economía. Aquí, la seguridad social a menudo no existe y la informalidad es alta.
- En tercer lugar, los países deberían tomar decisiones estratégicas sobre el futuro del turismo en sus países. Algunas empresas turísticas no sobrevivirán incluso una vez que se eliminen las restricciones de viaje.
Las implicaciones a largo plazo de la pandemia deben ser consideradas, y es probable que sea necesario algún ajuste estructural. - Un regreso a la normalidad antes de 2023 parece ser demasiado optimista. Además, para aquel entonces, las consideraciones ambientales, por ejemplo, pueden volverse más importantes, lo que podría llevar a aumentar los costos de vuelos de larga distancia, o aumentar la presión social para evitarlos. Otros cambios pueden ser una reducción de confianza en industria de los cruceros, más turismo nacional en las tres regiones con más turismo emisor (Estados Unidos, Europa y China).
- Los países en desarrollo deberían considerar diversificar su economía para así eliminar la dependencia exclusiva del turismo.