La Administración Federal de Aviación (FAA) anunció el lunes por la noche que encontró un nuevo problema de calidad en la manufactura de varios Boeing 787 Dreamliner. Ahora, Boeing deberá solucionarlos antes de proceder a la entrega de los aviones.
La FAA explicó a Reuters que el problema está «en la zona de nariz de algunos 787» y que «fue descubierto como parte del programa de inspección del sistema de armado del 787». La FAA agregó que «aunque el problema no representa una amenaza inmediata para la seguridad, Boeing reparará estos aviones antes de reanudar las entregas». Por último, señalaron que «determinarán si se deben realizar modificaciones similares en los 787 que ya están en servicio».
Estos problemas se suman a varios más que el fabricante con sede en Chicago ha sufrido en varios de sus modelos en el último año. El mes pasado, por ejemplo, la FAA informó que el 777X aún no está listo para la certificación. En el mismo comunicado agregó que «siendo realistas» recién lo estará a fines de 2023.
Boeing tiene alrededor de cien 787 sin entregar. Las entregas del avión más moderno de Boeing fueron suspendidas a fines de mayo, luego de que la FAA emitiese dos directivas de aeronavegabilidad (AD) para abordar los problemas de producción de los aviones.
Triste ver qué empresas emblemáticas del pasado reciénte hoy tengan enormes problemas con la calidad de sus productos, no supieron adaptarse al cambio generacional, si bien hemos avanzado a pasos agigantados en muchos rubros en otros pareciera que vamos en retroceso.
El problema no es la adaptación. El problema de hoy día es que los tiempos de fabricación se han reducido a base de eliminar procesos para abaratar costes y eso incide directamente en la calidad del producto. Y no solo pasa con Boeing. En esta carrera que mantienen Airbus y Boeing por copar el mercado tiene como resultado este tipo de problemas y los que faltan por venir…