Antes de la pandemia, Qantas había iniciado el camino para renovar varios segmentos de su flota: desde la elección del Airbus A350 para sus vuelos de ultra larga distancia, proyecto conocido como Sunrise, hasta el pedido de la subsidiaria Jetstar de más de 100 aviones de la familia A320neo (36 de ellos, A321XLR), la compañía australiana continúa buscando hacer más eficiente su operación, tanto en términos de consumo y emisiones como de capacidad ajustada a la demanda de sus rutas.
Según un reporte de Reuters, Qantas confirmó que busca un reemplazo para sus 20 Boeing 717 y 18 Fokker 100 y por eso inició conversaciones con varios fabricantes: Airbus, que ofrecería el A220, Boeing con el 737-7 y Embraer, con la nueva generación de los E-Jets, los E2.
La decisión de abrir el concurso se hará pública en los próximos días, de acuerdo a fuentes citadas por Reuters. Este pedido se sumaría a la compulsa ya en curso por el reemplazo de aproximadamente 75 Boeing 737-800 en el segmento inmediatamente superior de aviones de fuselaje angosto, y seguramente la homogeneidad entre ambos pedidos será clave a la hora de elegir el proveedor.
Si bien el gran pedido de A320neo tiene como objetivo principal a Jetstar, tanto los A321XLR como los LR son de interés para la operadora matriz. Alan Joyce, CEO del grupo, ya había dado pistas que más cerca de la fecha de entrega de estas aeronaves decidiría a qué flota se incorporarían. Por esa razón, las chances de reemplazar los 737NG de Qantas con la familia A320neo son importantes.
Por otro lado, las chances de Boeing corren justamente en esa búsqueda de homogeneidad: integrar la flota de narrowbodies con 737-7 en el segmento de menor capacidad y escalar con -8, -9 y eventualmente -10 le permitiría simplificar su operación, mantenimiento y entrenamiento, más allá de la facilidad de la transición del NG al MAX -aún con los requisitos ampliados por la recertificación del modelo-, que reducirá horas y costos de adquisición.
Tanto Embraer como Airbus tienen una desventaja en ese punto: no hay transición transparente del Boeing 717 o del Fokker 100 -ni del 737NG o la familia A32neo, por caso- al A220 o al E2. Sin embargo, Qantas ya tiene relación con los E-Jets a través de Alliance, que opera una importante flota de E190.
En la antesala del IATA Annual General Meeting que inicia mañana en Boston, Joyce declinó hacer comentarios, pero seguramente abordará el tema en la conferencia virtual de la que será parte.
Habrá que ver entonces cuáles son los términos del concurso que abrirá Qantas para el reemplazo, y seguir de cerca las ofertas de los fabricantes para quedarse con un contrato importante en un contexto en el que los pedidos no abundan.