Según el fabricante europeo, basado en los primeros resultados de un estudio global sobre la eficiencia del combustible de aviación sostenible -SAF, por su sigla en inglés- en los dos motores de un avión comercial, los resultados son alentadores.
A través de un comunicado, Airbus informó que “el estudio ECLIF3, en el que participan Airbus, Rolls-Royce, el centro de investigación aeroespacial alemán DLR y el fabricante de SAF Neste, es el primero que ha medido el 100% de SAF simultáneamente en ambos motores de un avión comercial de pasajeros”. La aeronave elegida para las pruebas fue el Airbus A350 FlightLab, con motores Rolls-Royce Trent XWB.
En los trabajos también participan equipos de investigadores del Consejo Nacional de Investigación de Canadá y de la Universidad de Manchester, del Reino Unido. Los resultados finales, que esperan tener definidos entre finales de 2022 y principios de 2023, servirán para profundizar los esfuerzos de Airbus y Rolls-Royce para garantizar que la industria esté preparada para el uso a gran escala del SAF.
Actualmente, las aeronaves sólo pueden operar con el 50% de combustible de aviación sostenible, por lo que ambas empresas están trabajando en conjunto para certificar la operatividad al 100%. Otra cuestión importante es que, por el momento, la producción de SAF es muy limitada en relación a la gran demanda que existiría en caso de aprobarse su utilización.
En abril de este año, el A350 realizó tres vuelos de prueba sobre el mar Mediterráneo utilizando combustible de aviación sostenible producido por Neste. Dichos vuelos fueron escoltados por un Falcon de DLR, cuyo objetivo fue ir haciendo las mediciones de las emisiones durante cada operación, para comparar los resultados entre las realizadas con combustibles fósiles convencionales y los operados con SAF.
Asimismo, el equipo encargado de monitorear los estudios realizó pruebas de conformidad en las operaciones que utilizaron el combustible sostenible de ésteres y ácidos grasos hidroprocesados (HEFA) de Neste, e informaron que no se experimentaron problemas de funcionamiento.
“Este mes se reanudaron las pruebas de emisiones en vuelo con un 100% de SAF y una mezcla de combustible HEFA/Jet A-1, y también se realizaron pruebas de emisiones en tierra para cuantificar los beneficios del SAF en la calidad del aire local. El equipo de investigación descubrió que el SAF libera menos partículas que el queroseno convencional en todas las condiciones de funcionamiento del motor probadas, lo que apunta a la posibilidad de reducir el impacto climático y mejorar la calidad del aire en los alrededores de los aeropuertos”, reza el comunicado.
Un tema de gran importancia que está siendo analizado por el equipo encabezado por Airbus tiene que ver con la relación entre densidad y contenido energético del SAF. Según informaron, en comparación con el combustible convencional, el sostenible es menos denso y posee mayor contenido energético, por lo que se podría aumentar su eficiencia al requerir menos cantidad -y por lo tanto menos peso- para un mismo vuelo.
Steven Le Moing, director del programa New Energy de Airbus, resaltó la necesidad de hacer pruebas en vuelo para reunir el conjunto completo de datos sobre emisiones. Al mismo tiempo agregó que “las pruebas del A350 ofrecen la ventaja de caracterizar las emisiones directas e indirectas de los motores, incluidas las partículas procedentes de la parte trasera de un avión a gran altura».
Por su parte, Simon Burr, Director de Desarrollo de Productos y Tecnología de Rolls-Royce para el sector aeroespacial civil, declaró que «esta investigación se suma a las pruebas que ya hemos realizado con nuestros motores, tanto en tierra como en el aire, que no han encontrado ningún obstáculo de ingeniería para que nuestros motores funcionen con el 100% de SAF. Si queremos descarbonizar de verdad los viajes aéreos de larga distancia, el 100% de SAF es un elemento crítico y nos comprometemos a apoyar su certificación para el servicio”.
Como ya hemos comentado, el SAF es una de las principales apuestas para disminuir el impacto ambiental de la industria a corto plazo, dado que su utilización al 100% pareciera ser realizable, como lo está demostrando este estudio. Sin dudas, que dos grandes empresas del sector como Airbus y Rolls-Royce estén trabajando para demostrar su seguridad y alcanzar la certificación es muy promisorio.
Si bien no ofrece vuelos sin emisiones, la utilización de combustibles de aviación sostenible puede disminuir hasta en un 80% la emisión de dióxido de carbono al ambiente. «Se ha demostrado que el SAF tiene una huella de carbono significativamente menor a lo largo de su ciclo de vida en comparación con el combustible convencional para aviones, y ahora estamos viendo que también es ventajoso para reducir los efectos no relacionados con el CO2», dijo Markus Fischer, miembro del Consejo de División de Aeronáutica del DLR.
«Pruebas como éstas siguen desarrollando nuestra comprensión del uso del 100% de SAF en vuelo y estamos viendo signos positivos de su potencial en la mitigación del impacto en el ambiente. Estamos deseando estudiar los datos de la segunda serie de vuelos de ECLIF3, que se reinició con una primera operación persecución sobre el Mediterráneo a principios de este mes”, concluyó.
No dudo de que, con algún tiempo de ajuste, los vuelos con SF serán normales y hasta certificados por todos, pero tampoco dudo de que esos combustibles no eliminan el volcado de CO2 a la atmósfera, porque lo que hacen ex compensarlo contablemente, y eso no es solución al verdadero problema. Además son muy caros, por lo que el sistema de transporte aéreo, en los términos en que hoy está planteado, no los soportarían.
Lo que sí son es una solución más o menos inmediata que justifica a más de uno de los que contaminan.