En el día de ayer el Gobierno de Canadá informó oficialmente que los dos competidores que quedan en carrera para reemplazar a los CF-18 Hornet de la Real Fuerza Aérea Canadiense (RCAF) son el Saab Gripen y el Lockheed Martin F-35.
Hace solo unos días atrás, el Gobierno canadiense informaba a Boeing que su F/A-18 E/F Super Hornet quedó afuera de la puja por «no cumplir los requerimientos» establecidos. Y ayer, se publicó un comunicado de prensa en el que se informa que, tras la evaluación de las propuestas presentadas, dos licitadores siguen siendo elegibles en el marco del proceso de adquisición competitiva del Proyecto de Capacidad de Caza Futura (FFCP):
- Gobierno sueco-SAAB AB (publ)-Aeronáutica con Diehl Defence GmbH & Co. KG, MBDA UK Ltd. y RAFAEL Advanced Defence Systems Ltd., y
- Gobierno de los Estados Unidos-Lockheed Martin Corporation (Lockheed Martin Aeronautics Company) con Pratt and Whitney.
Las propuestas se evaluaron rigurosamente en función de los elementos de capacidad, coste y beneficios económicos. La evaluación también incluyó una valoración del impacto económico.
En las próximas semanas, Canadá ultimará los próximos pasos del proceso, que, basándose en un análisis más profundo de las 2 ofertas restantes, podría implicar el inicio de negociaciones finales con el licitador mejor clasificado o el inicio de un diálogo competitivo, en el que los 2 licitadores restantes tendrían la oportunidad de mejorar sus propuestas.
Lo interesante es lo dispar de los competidores. Por un lado, la propuesta de Saab para reemplazar al CF-18 por 88 Gripen E/F, un monomotor ligero de 4.5 generación, robusto, moderno y de costes operativos bajos. Por otro lado, el único avión de combate de 5ta generación actualmente ofrecido al mercado de exportación, el F-35.
Las ventajas tecnológicas están claramente del lado del producto de Lockheed Martin, sobre todo teniendo en cuenta que lo ofrecido a Canadá es el futuro Bloque 4, una versión más avanzada que los actuales F-35, muy esperada por la USAF, porque tendría todas las capacidades prometidas desde el inicio del programa y corregiría muchas de las falencias sufridas hasta ahora.
El fuerte de la propuesta de Saab del Gripen para Canadá, está en su ofrecimiento de transferencia de tecnologías y su amplio programa de offset, que incluye la instalación de 2 centros aeroespaciales en Canadá.
Lo que el Gobierno canadiense debe decidir es cual modelo de fuerza aérea e industria aeroespacial quiere para su futuro. ¿Mayor independencia y autonomía de EE.UU. o una integración más profunda con su principal aliado continental y de la OTAN? El verdadero desafío es decidir cuál de las dos soluciones traerá los mayores beneficios para Canadá en el largo plazo.
El ganador de la competencia debería ser anunciado durante el 2022, y se espera que los primeros nuevos cazas comiencen a llegar en el 2025. Mientras tanto, la RCAF modernizará parte de sus CF-18 con radares AESA para mantener un mínimo de capacidades operativas modernas hasta mas allá de mediados de década.
