El motor ruso Aviadvigatel PD-8 se está preparando para propulsar próximamente los reactores regionales Sukhoi Superjet 100, pero hasta entonces debe someterse a una serie de pruebas, incluso en vuelo. Como parte de esa etapa, se ha instalado una unidad de potencia en un modelo de avión Ilyushin IL-76, que sirve de avión de laboratorio.
De acuerdo con lo reportado por nuestro sitio asociado Aeroin, en las últimas semanas, Rusia ha acelerado este proyecto, que se ha vuelto aún más urgente debido a las sanciones occidentales impuestas a la aviación rusa tras la invasión de Ucrania. Estos embargos impiden a la industria aeronáutica rusa recibir componentes de Europa y Norteamérica. Por tanto, debe acelerar la sustitución de importaciones.
Intercambio
Pero la mayoría de los proyectos aún no están listos, incluido el PD-8 de Aviadvigatel. El motor impulsará algún día el Superjet 100 y sustituirá al Power Jet Sam 146, que se está desarrollando en colaboración con el fabricante de motores francés Safran. El nuevo motor, en cambio, se fabrica al 100% en Rusia.
Las pruebas en tierra del primer prototipo del PD-8 han concluido con éxito esta semana, según ha informado la industria rusa, marcando el final de la etapa más importante de su desarrollo. El siguiente paso es probar los componentes en bancos de pruebas autónomos y también está previsto realizar vuelos con el PD-8.
El nuevo motor se prueba en un banco de pruebas de vuelo instalado en un Ilyushin Il-76 LL, un avión que data de la época soviética y cuyo ejemplar utilizado como banco de pruebas pertenece al Instituto de Investigación de Vuelo Gromov. Ese mismo avión ha ayudado a probar otros motores rusos, como el Aviadvigatel PD-14 y el Progress D-27.
A bordo del avión de laboratorio se realizarán numerosos cálculos y se obtendrán datos que ayudarán a la homologación del motor y, en consecuencia, a su instalación en aviones comerciales que transporten pasajeros.