A través de un comunicado de prensa, la empresa letona SmartLynx Airlines destacó su rol en el actual contexto de la aviación en Europa. La demanda de viajes aéreos en el continente experimenta un marcado incremento y muchas compañías aéreas no pueden, en ocasiones, satisfacerla con los recursos actuales.
Žygimantas Surintas, director general de SmartLynx Airlines, destacó las grandes fluctuaciones que el mercado de la aviación experimentó durante los últimos tres años. En ese sentido, el directivo remarcó que la industria osciló entre el mejor año de su historia en términos de facturación y la paralización generalizada de 2020.
Las restricciones a la movilidad implementadas para hacer frente a la pandemia impactaron de lleno en la industria aérea. No obstante, la situación comenzó a mejorar a partir de la flexibilización de los requisitos sanitarios de cada una de las jurisdicciones y el paulatino retorno de las diferentes actividades económicas.
La recuperación se consolidó en los últimos meses, en ocasiones de forma exponencial. Sin embargo, muchas aerolíneas cuentan con un número reducido de personal en comparación con 2019, debido a despidos y jubilaciones anticipadas. A esta situación se sumaron los problemas en las cadenas de suministro, la escasez de mano de obra en otras áreas que contribuyen al normal desarrollo de las operaciones, las tensiones geopolíticas y el marcado incremento del precio del combustible.
Adicionalmente, en las últimas semanas se llevaron a cabo reclamos y huelgas que perjudicaron los servicios. La situación afectó el comienzo de la temporada alta de verano, una de las épocas del año con mayor concentración de pasajeros. Hubo masivas reprogramaciones y cancelaciones en aeropuertos de Ámsterdam, Londres, Fráncfort y París. La situación fue particularmente caótica en Países Bajos y el Reino Unido.
La crisis como una oportunidad
En este contexto, el papel de una compañía como SmartLynx Airlines se torna más relevante. La empresa es una de las principales oferentes de servicios ACMI de Europa. Es decir, que proporciona sus propios aviones, tripulaciones, servicios de mantenimiento y seguros a sus arrendatarias.
Actualmente alcanza una cuota de mercado de hasta el 30% en el continente. En el Reino Unido la cifra es del 69%. Según informó, su expansión en el mercado británico se vio favorecida por la escasez de empleados luego del Brexit. Muchas aerolíneas optan por contratar aeronaves y tripulaciones a empresas que brinden estos servicios, ya que las aeronaves registradas en el país deben ser operadas por tripulación con nacionalidad o permisos de trabajo británicos.
«Comprar aviones nuevos supone una enorme inversión, y para que la compra sea rentable, el avión tiene que estar en el aire todo el año, transportando carga o pasajeros», sostuvo Žygimantas Surintas. «Es por eso que las aerolíneas no compran aviones adicionales para situaciones de crisis, sino que alquilan aeronaves de otras aerolíneas cuando es necesario», agregó.
Desde la compañía señalaron que la pandemia también abrió oportunidades para desarrollar nuevas unidades de negocio. Más allá de los chárteres turísticos, incrementó su unidad de carga y de MRO, con la apertura de los centros de SmartLynx Technik en Riga y Tallin.
De acuerdo con lo informado por SmartLynx Airlines, su inversión durante 2022 alcanzará los 50 millones de euros. La iniciativa está vinculada con su proyección para los próximos tres a cinco años, período en el que prevén un crecimiento del sector de servicios ACMI.
Según datos de la propia compañía, los vuelos arrendados representaron el 75% de sus operaciones durante la primera mitad del año. Las operaciones chárter significaron el 15% y el transporte de carga aérea, uno de los segmentos con mejores perspectivas a futuro, representó el 10% restante.
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