El Pentágono de Estados Unidos dejó de aceptar nuevos aviones F-35 tras descubrir que un imán utilizado en el motor del caza furtivo estaba fabricado con material no autorizado procedente de China.
Una investigación descubrió que una aleación en la bomba de lubricante del motor no cumplía con las leyes de adquisición de Estados Unidos que prohíben el contenido chino no autorizado, dijo el portavoz del Pentágono Russell Goemaere, quien agregó que el imán no transmite información, y que no hay riesgos de seguridad.
Lockheed Martin, que fabrica los jets, dijo que «el asunto está relacionado con un imán en la turbomáquina del F-35 fabricado por Honeywell que incluye una aleación de cobalto y samario».
Honeywell International, fabricante de la turbomáquina, dijo que «sigue comprometida con el suministro de productos de alta calidad que cumplen o superan todos los requisitos contractuales del cliente.»
De acuerdo con lo reportado por Reuters, el Programa Conjunto buscará un proveedor alternativo para la aleación en cuestión.