BUENOS AIRES, Enviado – Si bien el ALTA Forum tiende a centrarse en la región y generar noticias de alcance latinoamericano, una conferencia de CFM realizada en el marco del evento dio lugar a una pregunta que excede ampliamente ese límite.
El fabricante de motores brindó un panorama de sus proyectos en marcha, pero no esquivó la gran duda que cruza a la industria: Boom sigue buscando quien le fabrique un motor para el Overture, y hasta ahora no tuvo suerte. Rolls Royce, GE, Pratt & Whitney y Safran prefieren pasar del desarrollo y concentrarse en proyectos subsónicos, con un mercado definido y amplio.
Con todos esos constructores abajo, ¿sería finalmente CFM el elegido -o el único- que se cargaría el desarrollo al hombro? La respuesta no los sorprenderá: no.
«La visión actual de CFM es desarrollar un motor que mejore las emisiones y la performance en comparación con los motores actuales. Esto requiere una inversión enorme. ¿Hay un mercado para motores supersónicos que justifique comprometer parte de esos recursos? Tal vez.» dijo Gaël Méheust, Presidente y CEO de CFM.
«Pero estamos comprometidos con la iniciativa RISE, y no vemos un mercado significativo para un motor que apunta un nicho potencial muy reducido» fue la respuesta lapidaria de Méheust, lo que deja a Boom con prácticamente ninguna chance de obtener una planta de poder para su avión, sin siquiera entrar a considerar la agresiva -a esta altura, casi imposible- línea de tiempo que pone al Overture en servicio en 2029.
CFM está enfocada en el soporte de sus motores LEAP, los CFM56 y a su extensa división de servicios para los clientes actuales, además de los dos grandes proyectos derivados de su iniciativa RISE (Revolutionary Innovation for Sustainable Engines): el demostrador Open Fan y el demostrador de Hidrógeno.
Entre el Open Fan y la propulsión a hidrógeno hay un salto de 10 años, ya que se espera que el Open Fan complete sus pruebas en la segunda mitad de esta década y el sistema de hidrógeno lo haga en la mitad de la década del 30.
Si CFM y el resto de los fabricantes no están dispuestos a arriesgar una significativa cantidad de fondos para desarrollar un motor que tendrá -al menos por ahora- un sólo cliente, es muy probable que Boom se encuentre ante un dilema insalvable: la cruda realidad.