La aviación comercial de Colombia atraviesa semanas agitadas mientras se decide el futuro de Viva, la ultra low-cost más grande del país, cuyo proceso de integración con Avianca se ha visto obstaculizado por las autoridades aeronáuticas locales ante el temor de que la misma produzca una situación competitiva desfavorable tanto para los pasajeros como para el resto de las aerolíneas.
Al interés de JetSMART por Viva se le sumó este martes el de LATAM Airlines, dándole a esta novela colombiana ribetes cada vez más cercanos al de una mexicana.
En este contexto ha resultado llamativa la visita a Colombia de Mauricio Sana, CEO de Flybondi, quien junto a otros ejecutivos de la low-cost argentina lleva adelante esta semana una agenda bastante cargada con distintos jugadores de la industria aérea y del turismo colombiano.
Las reuniones incluyen a directivos de las principales líneas aéreas de ese país, aeropuertos, proveedores y autoridades gubernamentales, entre otros, y tienen como objetivo explorar oportunidades de negocios y conexiones con distintos destinos de Flybondi en Argentina.
Si bien sería por demás arriesgado vincular de manera directa este tour con la situación de Viva, el timing genera suspicacias, porque si algo enseñó la pos pandemia es que ninguna alianza o fusión suena ridícula cuando lo que está en juego es la supervivencia. Y es lo que Viva atraviesa hoy.
La apertura de subsidiarias en otros países, fusiones, alianzas o joint ventures son algunos de los principales caminos que las aerolíneas eligen para seguir creciendo cuando el mercado local ya alcanzó cierto techo, y LATAM Airlines Group es el caso paradigmático de ello en nuestra región, así como la excepción a la regla podría ser Copa Airlines como el gran «lobo solitario» ayudado por las particularidades de su mercado local y una ubicación geográfica envidiable para cumplir tan bien el rol que tiene como conector de las Américas (sin restarle mérito a su gestión).
Es por eso que Flybondi quizás en algún momento recurra a su árbol genealógico, el cual a través de distintas ramas como miembros del directorio o inversores la vinculan con el olimpo de las low-cost globales, para buscar crecer mucho más allá de Argentina, como bien auguran en el reporte asociado al balance del año 2021 y presentado hace tres semanas, en donde manifiestan que «el grupo está cada vez mejor posicionado para beneficiarse y participar en la aceleración de la consolidación regional de la industria aérea latinoamericana«.
Desde su primer vuelo en enero de 2018 Flybondi ya movilizó a más de 6 millones de pasajeros (2,1 millones en 2022). Su red actual alcanza a 17 destinos en Argentina y 3 en Brasil en los que despliega sus 12 Boeing 737-800.
Mercado Argentina – Colombia
En la actualidad la oferta de vuelos entre Argentina y Colombia está dominada por las aerolíneas del país cafetero.
Aerolíneas Argentinas opera un vuelo diario entre Buenos Aires/Aeroparque y Bogotá en aeronaves Boeing 737-700. Esto representa una oferta de 896 asientos por sentido a la semana.
Avianca por su parte opera 14 vuelos semanales entre Bogotá y Buenos Aires/Ezeiza, repartidos en tres con aeronaves A320neo y 11 en Boeing 787-8, lo que se traduce en 2.750 asientos por sentido a la semana.
Por último, Viva opera un vuelo diario entre Bogotá y Buenos Aires, y un vuelo diario entre Medellín y Buenos Aires, en ambos casos con aeronaves A320. Esto representa una oferta de 2.520 asientos por sentido a la semana.
