American Airlines anunció el pasado viernes que suspendería temporalmente su vuelos entre Filadelfia (PHL) y Madrid-Barajas (MAD) entre finales de mayo y principios de junio como consecuencia del retraso en las entregas de los Boeing 787 Dreamliner, según informó The Wall Street Journal.
El fabricante reanudó recientemente las entregas del modelo, que se encontraban suspendidas desde febrero para llevar a cabo un análisis adicional sobre un componente del fuselaje. American Airlines recibió una aeronave este mes y está previsto que incorpore otras tres durante 2023.
American Airlines deja de volar temporalmente entre Filadelfia y Madrid mientras espera recibir nuevos 787 Dreamliner
En un comunicado de Boeing enviado por correo electrónico, el fabricante sostuvo nuevamente que continúa trabajando con todos sus clientes sobre los plazos de entrega, de acuerdo con Reuters.
«Seguimos centrados en impulsar la estabilidad en nuestro sistema de producción, incluida la estrecha colaboración con nuestros proveedores para abordar los desafíos de la industria y cumplir nuestros compromisos con los clientes», dijo la empresa.
Por su parte, American Airlines dijo que trabajará para minimizar el impacto de la situación en sus operaciones. En ese sentido, la compañía aseguró que intentará cumplir con su programación intercontinental de verano con las menores interrupciones posibles. Si no se producen nuevos retrasos, la situación podría contenerse.
Hasta el momento, la ruta entre Filadelfia y Madrid es la única afectada. Durante el pico de la temporada estival de este año, American Airlines ofrecerá hasta 240 vuelos mensuales adicionales entre los Estados Unidos y Europa en comparación con 2022. La cifra representa un incremento del 14%.
Las demoras en las entregas
La Administración Federal de Aviación (FAA) ordenó detener las entregas del Boeing 787 el pasado 23 de febrero, como consecuencia de un error en el análisis de datos relacionados con con el mamparo de presión delantera, un componente estructural que separa el espacio presurizado del no presurizado en los extremos de la aeronave.
El modelo ya había atravesado otras dificultades similares en los últimos años debido a defectos de producción descubiertos inicialmente en 2020 y a otros problemas que surgieron al examinar exhaustivamente los aviones. Como resultado, Boeing debió disminuir el ritmo de producción.
Las entregas se paralizaron entre noviembre de 2020 y marzo de 2021, y volvieron a suspenderse entre mayo de 2021 y agosto de 2022. Entre finales de enero y mediados de marzo de 2023 estuvieron nuevamente paralizadas.
El fabricante aseguró que trabaja con sus clientes sobre los plazos de entrega de nuevas aeronaves. Boeing había comunicado que, si bien se verían afectadas en el corto plazo, no preveía cambios en la proyección anual de producción. La compañía tiene el objetivo de producir diez unidades al mes a finales de 2026.