Superintendencia de Transporte somete a control a Viva y solicita una reorganización empresarial

Agustín Miguens

La Superintendencia de Transporte de Colombia decidió someter a control a la aerolínea de bajo coste Viva, que cesó súbitamente sus operaciones el pasado 27 de febrero. Además, la entidad gubernamental señaló que se trata de una situación «crítica de orden económico y administrativo», y solicitó una reorganización empresarial.

Sometimiento a control y reorganización empresarial

Ayer notificó oficialmente que, mediante la mediante la Resolución 705 del 3 de marzo de 2023, tomó la decisión de «imponer la medida de sometimiento a control» a la empresa.

Ello significa la obligatoriedad de llevar a cabo medidas especiales, como la presentación de un plan de recuperación y mejoramiento, con el objetivo de «superar las situaciones críticas que dieron origen a la imposición de la medida». Entre otras cosas, Viva debe notificar a todos sus clientes el estado de sus reservas.

«El acto administrativo, adoptado por la Superintendencia de Transporte, se sustenta en el presunto perjuicio causado a los usuarios del transporte aéreo al no poder movilizarse a sus destinos, habiendo ya adquirido sus boletos y realizado la confirmación de sus reservas», remarcó la entidad.

Por otro lado, la Superintendencia de Transporte solicitó a la Superintendencia de Sociedades la admisión de la compañía a un proceso de reorganización y recuperación empresarial.

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Plan de mejoramiento

Como parte de su acción contra Viva, la Superintendencia de Transporte la urgió a desarrollar un plan de mejoramiento y atención a usuarios. La compañía debe restablecer su sede administrativa y los servicios asociados dentro de los tres días posteriores a la notificación del acto administrativo, así como implementar medidas para mejorar la situación de los pasajeros afectados.

La entidad solicitó también la «remisión periódica» de las denuncias radicadas por los usuarios, «la emisión de un comunicado oficial en donde consten los canales de atención» y la implementación de «medidas compensatorias».

Además, Viva está obligada a cualquier reforma estatutaria ante la Superintendencia de Transporte, que será la encargada de autorizarla.

Uno de los principales puntos establece que la compañía aérea debe preservar el pasivo recibido por los recursos recaudados por la venta anticipada de boletos y presentar un reporte de ello en el término de tres días. Posteriormente, deberá hacerlo el último día hábil de cada mes hasta que las autoridades consideren que se superaron las condiciones que originaron la situación.

Las medidas de control continuarían hasta que se supere la crisis generada por el súbito cese de operaciones. Si la empresa no cumple con las órdenes establecidas en la resolución, se podrían remover a los directivos y administradores de Viva, una situación que podría derivar en una inhabilitación de largo plazo.

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