Visita Real a las instalaciones de Boeing en Carolina del Sur tras la compra de un centenar de 787 para la nueva aerolínea saudita

Martin Romero

Boeing 787 en la Planta de Boeing en North Charleston, Carolina del Sur

La Princesa Reema Bandar Al Saud, embajadora de Arabia Saudí en los Estados Unidos, visitó la planta de producción de Boeing en Charleston, Carolina del Sur. El viaje tuvo como fin reunirse con presidente y consejero delegado de Boeing, David Calhoun, para celebrar el acuerdo entre ambos estados para la adquisición de 121 Boeing 787 Dreamliners.

Las nuevas aeronaves serán destinadas a las aerolíneas saudíes Riyadh Air y SAUDIA.  Este acuerdo constituye el quinto mayor pedido comercial por valor en la historia de Boeing.

Riyahd Air es una nueva aerolínea saudí, propiedad del Fondo de Inversión Público (PIF) del Reino, que busca situarse entre las aerolíneas líderes del mundo. La nueva compañía creará más de 200.000 puestos de trabajo directos e indirectos y generará un crecimiento del PBI no petrolero de 20.000 millones de dólares. El acuerdo también prevé aportar a los EE.UU. la creación de 100.000 puestos de trabajo directos e indirectos, beneficiando a 300 proveedores en 38 estados diferentes.

La visita de la Embajadora incluyó un recorrido por las instalaciones de Boeing, el cual fue acompañado por el Senador Lindsey Graham de Carolina del Sur, el Gobernador de Carolina del Sur Henry McMaster, el consejero delegado de Riyadh Air Tony Douglas, y el consejero delegado de Saudi Arabian Airlines (SAUDIA) Ibrahim Al Koshy. También participaron del recorrido empleados y directivos de Boeing.

En la visita recibió información sobre los procesos de fabricación y ensamblaje de las aeronaves. Finalizado el trayecto, agradeció al equipo de Boeing los esfuerzos realizados y destacó la relación comercial entre ambos estados que data de 1945.

“En 1945, un veterano estadounidense de la Segunda Guerra Mundial, el capitán Joe Grant, llevó a Arabia Saudí un avión Douglas construido en Estados Unidos. El avión fue un regalo personal del presidente Franklin Delano Roosevelt a mi bisabuelo, el Rey Abdulaziz Al-Saud, fundador de Arabia Saudí. Este regalo especial y símbolo de amistad marcó el inicio de la aviación saudí y fue el avión que lanzó nuestra primera aerolínea nacional,” dijo la Princesa Reema Bandar Al Saud.

“Hoy, la amistad y la asociación que comenzó hace ocho décadas entre el Presidente Roosevelt y el Rey Abdulaziz continúa prosperando, creciendo y profundizándose. Dentro de pocos años, sus aviones transportarán a millones de turistas al Reino, muchos de ellos por primera vez, creando lazos especiales que acercarán nuestras naciones, nuestras culturas,” añadió su Alteza Real.

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