Los directivos de Western Global Airlines analizan diferentes opciones que incluyen la posibilidad de declarar la quiebra de la compañía debido a la falta de liquidez y los problemas para cumplir con sus obligaciones financieras, según reportó Bloomberg.
El mismo medio había informado anteriormente que la aerolínea de transporte de carga mantenía conversaciones confidenciales con algunos de sus acreedores en relación con sus necesidades de financiación. No obstante, no se conocieron declaraciones por parte de representantes de la compañía. Tampoco se ha tomado ninguna decisión definitiva, por lo que la situación podría cambiar en los próximos días o semanas.
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Western Global Airlines, afectada por la baja de la demanda de carga aérea
La situación que enfrenta Western Global Airlines tiene su origen en la baja de la demanda de carga aérea. La actividad ha experimentado un enfriamiento en los últimos meses, luego del marcado auge y el pico alcanzado entre 2020 y 2021.
De acuerdo con Moody’s Investors Service, la empresa también enfrentó problemas para retener a parte de su plantilla de pilotos. Como consecuencia, dejó de operar algunos de sus vuelos hacia Asia, donde se encuentran algunos de los principales mercados de carga aérea.
Moody’s rebajó la calificación de Western Global Airlines el pasado 23 de marzo debido a lo que calificó como «deterioro de la situación de liquidez» y a la preocupación por el hecho de que casi dos tercios de sus ingresos procedían de tres clientes: Amazon, Kerry Logistics y KPS World Transportation.
Hacia finales de septiembre de 2022, la aerolínea tenía sólo unos 27 millones de dólares en efectivo y 21 aeronaves operativas. Las características de su flota, compuesta por aviones Boeing 747-400 y McDonnell Douglas MD-11 que insumen elevados costes operativos y de mantenimiento, tampoco contribuyen a mejorar la situaión.
Adicionalmente, todos sus activos están ahora gravados, lo que limita la capacidad para obtener nueva financiación y añade presión sobre sus finanzas.
Demanda colectiva contra los accionistas
Mientras tanto, los empleados presentaron una demanda colectiva contra los accionistas James y Carmit Neff y sus fideicomisos familiares, de acuerdo con The Loadstar. Alegan que un plan de participación accionarial de los empleados había «sobrepagado drásticamente» las acciones compradas a ambos, que se habrían hecho con «más de 500 millones de dólares».
Actualmente, la compañía debe hacer frente al pago de unos 4 millones de dólares en intereses trimestrales, así como al pago semestral adicional de 21 millones en cupones a los tenedores de bonos que vencen el próximo 23 de agosto, según Fitch Ratings. Por otro lado, ya utilizó la totalidad de su línea de crédito renovable de 45.5 millones de dólares y todos sus aviones están sujetos a reclamación legal por parte de los acreedores.
Por todas estas circunstancias, que crean una auténtica «tormenta perfecta», Global Western Airlines enfrenta una muy delicada situación financiera, y no es claro que pueda saldar sus deudas y recomponerse.
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