[Reporte de vuelo] SKY Airline a Aeroparque: competencia sin rival

Nuevo flight report.

Quizás uno con un toque distinto al resto, pero siempre con la mirada analítica de los anteriores reportes. La ruta, un clásico de ruta (al menos para mí) y considera para ustedes una alternativa al momento de elegir entre el lujo y comodidad vs los horarios y arribos a otro aeropuerto distinto al Ministro Pistarini.

Este vuelo que tomé lo compré 4 días antes de volar. Y pagar USD 260 ida y vuelta (consideren que casi la mitad del pasaje son solo impuestos del gobierno argentino), y con equipaje de mano en ambos tramos, vuelven al precio conveniente, dada la urgencia.

H2-535 SCL-AEP

En los reportes anteriores les mencionaba las distintas alternativas que hay para llegar al Comodoro Arturo Merino Benítez, pero hoy se suma un medio aún más conveniente. Y es que el Ministerio de Transportes de Chile puso un bus (bondi), de la red metropolitana a operar desde la Estación Pajaritos hasta el ingreso del Aeropuerto (Estacionamiento Pehuén). Como es parte de la red metropolitana de transporte de Santiago, al hacer combinación puedes bajar el precio del pasaje. De pagar USD 28 por un transporte privado a pagar USD 1 combinando con el Metro de Santiago.

Sin embargo, yo el porfiado, lo dejé para una próxima ocasión cuando tenga más tiempo y ganas, por lo que utilicé por primera vez una aplicación para llegar al aeropuerto. Y, en este caso, fue InDriver.

InDriver te permite viajar por un precio menor a distintos destinos, ya que vos pones el precio. El pero, es que son muchas las ofertas y muchas te suben el precio (se negocia con el conductor), pero al final siempre encuentras un auto acorde a tu equipaje.

Mi travesía comenzaba con la aceptación por parte del conductor por la módica suma de USD 15. Y si, por el precio, irse en un automóvil era lujo… aunque viendo el auto, ya dudé (Suzuki S-Presso).

El conductor, todo bien… de Venezuela, bien trabajador y amable como lo son muchos…
Pero mi travesía con In-Driver no terminaba ahí… no!

Pasaba que al llegar al aeropuerto, nos detuvo la “policía de tránsito”, que, “amablemente”, nos pasó a control. Y es que en Chile el transporte de aplicaciones no es legal totalmente ni tampoco es bien mirado por los taxistas.

Al llegar el “policía” le dije que venía atrasado y que necesitaba ir urgente al counter (ni mentira ni verdad… pero, en fin…), pero me ignoró por completo y procedió a pedirle los documentos al conductor… y para mi sorpresa, el amable amigo venezolano no tenía licencia de conductor!!!!… (¡chocábamos y no me pagaban un veinte de mi estadía en la clínica!). La policía intentó que cooperara denunciando al hombre, pero, como fue amable conmigo y me llevó a destino (la entrada al aeropuerto estaba a 100 mts), empecé a hablar en portuñol haciendo que no entendía ni jota (saludos, sr. policía… le entendí hasta el disparate que me dijo). Nada que hacer, tuve que caminar a la entrada con la maleta de 20 kg y el carry de 15 kg (perdón, SKY).

Al llegar al terminal internacional y, como debía llevar encargos varios, antes de salir de la oficina compré por USD 28 un equipaje facturado de un solo tramo. Por lo mismo, debí pasar por el counter de SKY y acá me detengo.

Es inaudito que, teniendo más de 5 puestos de control de counter, sabiendo que hay dos vuelos internacionales, ¡tengan a 3 personas atendiendo a los pasajeros!… ¡no puede ser!… si no es porque tengo tarjeta del Banco de Chile me hubiera comido una fila y un casi atraso.

Ver también: [Reporte de Vuelo] – Santiago de Chile- Ezeiza – KLM World Business Class: Una hora y media de lujo

Bueno, sigo…

Pasé el check-in del counter y el amigo del mostrador me perdonó (o no vio), el carry. Gracias igual porque llevaba banda de comida, jajaja.

Y de ahí a correr a policía internacional o migraciones de la PDI. Debo reconocer que, milagro, se pusieron la 10 y agregaron a más personal a los controles de migraciones, por lo cual la fila de espera no era la eterna del vuelo KLM. Se agradece, por parte de esta humilde trinchera.

Al pasar migraciones y la aduana, mi destino ya estaba cerca… entre comillas porque igual debes caminar más que peregrino en Vía Crucis entre los distintos espigones que tiene el nuevo Aeropuerto Internacional de Santiago (llámese COMODORO Arturo Merino Benítez!). Si lo va a etiquetar en Instagram, por favor, procure no ponerle como todo termocéfalo “Aeropuerto A. Benitez”. Una ofensa.

Ver también: [Reporte de Vuelo] LATAM LA841 Santiago – Rapa Nui: producto desgastado

Seguimos, dijo el presidente de una franja y angosta faja de tierra (mi país, por cierto)…

Llegando al espigón C y la puerta N°06, el avión elegido por la lowcost chilena era el CC-AZD, de 4.7 años y con motores NEO Leap. Algo viejo para la flota que tienen, con pasada en la filial peruana pero confiado en que íbamos bien. Y claro… quedé en el asiento 1F.

El embarque, rápidito… los funcionarios de Swissport, quienes hoy llevan esas funciones al ser la seleccionada por la aerolínea para los servicios de counter y rampa, fueron muy prácticos y veloces al embarque… pero para mi sorpresa (sí, otra), tuvimos que esperar otros 15 minutos en la manga de acceso al avión, por lo que empecé a recordar y analizar el por qué…

“…¿llegaron los TCP?”… “…¿llegó el capitán?”… y me respondía solo que sí. Pero lo que no conté y no vi al estar preocupado por el cargador de batería de mi teléfono celular era al primer oficial del vuelo. Y sí, llegó con 15 minutos de atraso al vuelo!… (gracias hermano!… o te llamaron de urgencia estando en turno o definitivamente falló el reloj o te pilló tráfico. Pienso que fue lo primero).

Bueno, embarcamos. Puse mi carry y me senté. Otra sorpresa… mi vecino de asiento era un ex ministro del gobierno de Sebastián Piñera.

Y acá la otra “sorpresita”… el AZD tuvo un mantenimiento no programado. 35 minutos de espera. Luego me enteré que fue porque no funcionaba el sensor de oxígeno. Se puede volar con eso “inop”, pero bueno…
Depegamos con 45 minutos de demora. Ya a esa altura me imaginaba una muzza con morrón y jamón de Guerrín para mi solo.

La 17R fue la autorizada y TO/GO más que detectado al momento de que nos autorizaron despegue. Chau, Santiago… hola Ciudad de la Furia. Te extrañé y no te imaginas cuanto.

Cruzamos por ABAL, que es a la altura de Sewell. Una ciudad minera abandonada que pueden visitar en verano. Y luego, desvío por las tormentas que habían en la ruta, aunque nada del otro mundo. Y el capitán aprovechó de saludar y disculparse por el atraso, diciendo que iba a hacer lo posible para compensarlo. Si me preguntan, el flaco le puso power todo el viaje y no soltó los Leap.

Ver también: [Reporte de Vuelo] LATAM LA342 Santiago – Antofagasta: cómodo, pero antiguo

El servicio de a bordo de SKY es pago. Si quieres algo, escaneas el código QR que está frente a tu asiento y te muestra el menú a bordo o que te toque la suerte de tener el menú impreso. Igual recomiendo firmemente la opción de escanear ese código apenas te sientes y con internet disponible.

Yo elegí dos aguas minerales porque el indicador propio de fuel estaba en “E” y no quería pasar por la cebada con malta y levadura, ya que me esperaba gente importante en el aeropuerto y el aliento a birra se iba a sentir hasta en San Fernando. ¿El precio?… 3 USD. Caro, para un agua mineral de marca nacional, aunque todo precio aumenta en vuelo, dicen.

La tripulación fue amable en todo minuto y rápidos al momento de pasar con el servicio a bordo. Se notó, eso sí, que la mayoría optó por no comprar nada y dormir tremenda siesta, salvo los momentos de turbulencias, que no fueron TAN grandes. Eran soportables, sí, más si un chileno viene de esa tierra donde un movimiento telúrico de 6.3 es un temblor.

Me leí un libro para pasar el rato. Lo terminé de leer, de hecho. Eran 135 de 300 y algo de páginas las que me quedaban. Y si, el vuelo y la ansiedad por llegar hizo que leyera todo.

Al hacer descenso, las lágrimas se caían solas. Cambié el chip de mi celular por uno de Personal. Hablen lo que quieran de esa compañía, pero a mí me funciona maravilla… y ya veía esas luces de la Paris de Sudamérica.

El aterrizaje por la pista 13 fue sin problemas. Una seda… suave, sin rebote, sin ser tan revienta llantas. Frenos y a puente 19. Nos tocaba manga y se agradece.

Acá lo malo… la jefa de turno de SKY (o de la terciaria), estaba con una actitud de como querer que se bajara rápido todo el mundo porque quería embarcar rápido el vuelo de vuelta e irse a casa. A esa “señora”, solo le digo que por apurado se pueden cometer errores que luego lamentamos. Baje las RPM.

Bueno, luego de ese mate amargo, a migraciones a la fila larga larguísima de la entrada a Aeroparque. Y es que el hecho de que se junte el vuelo de SKY junto con el de GOL hace que haya más de 300 personas haciendo una fila. Lógicamente hay una fila para argentinos, lo cual me parece perfecto, pero no se si por horario u otras cosas no había tanto personal para las migraciones ese día. Y la fila era larga.

Saliendo de ese trámite, a pasar la aduana. Y acá la última sorpresa (como si me faltara otra)… el Senasa me detuvo por revisión de equipaje. Al acceder, sin problemas, obvio el señor me dice “¿sos chileno?”… sí, le respondí, a lo que me contra responde “¿Te gustaría que te trate como tratan ustedes?”… la cara de vergüenza se hizo evidente y con un claro “no, no, no hace falta por favor” el tipo hizo su trabajo, requisándome una miel que traía… sí, una miel, que me pidió mi novia. Al firmar el documento de que no reclamaría, me indica que “la mejor miel del mundo se produce en la Argentina… no necesitas traer esto acá”.

Finalizando este reporte, les comento que viajar en SKY se hace práctico para los que trabajamos en horario de oficina o debemos realizar trámites en la mañana. El horario es buenísimo para viajar en la tarde/noche y llegar a cenar y descansar en Buenos Aires. El servicio de Swissport en Santiago está bastante bien y es menester que lo mantengan así. Rápido y expedito.

A bordo, el servicio es tal como de lowcost. Debes pagar por todo servicio. El pasaje solo incluye una mochila o bolso de mano. Lo demás, incluido comer o tomar algo abordo es pagado. Y esa es la diferencia con, por ejemplo, KLM y el hecho que tengas la opción de Aeroparque en vez de Ezeiza.

Y debo decir que la amabilidad del personal de SKY Airline me recuerda mucho al servicio de la otrora LAN Airlines (separemos LAN de LATAM). El espacio entre los asientos es bueno hasta la fila 6, que son los mismos asientos con los cuales tienen convenio con el Banco de Chile o tienes pago por tales asientos (o te toca la suerte que te den ese). Y si, tienen carga de USB para los que sufrimos con la batería del iPhone.

El precio, al ser tan repentina la compra, fue muy bueno en comparación con LATAM, Aerolíneas Argentinas o JetSMART. Solo KLM le hacía competencia en precio, pero lamentablemente KLM no te deja comprar con tarjeta a menos de 3 días del vuelo en su página web y además llegas a Ezeiza.

En fin. Muy buena opción. Creo que no debe nada, ya sabiendo que te subes a un lowcost. Con respecto a la flota, nada que decir. La mantienen bastante bien en todo sentido.

Un abrazo a todos y nos leemos en un siguiente vuelo… esta vez, quizás, analizando a la aerolínea del Condor… un gran desafío.