Los ministros de Defensa de Alemania e Israel firmaron un acuerdo “histórico” para la compra del sistema de defensa antimisiles balísticos Arrow.
El ministro de Defensa israelì, Yoav Gallant, visitó Alemania y se reunió con su homólogo germano, Boris Pistorius, para celebrar la firma del contrato de compra del sistema de defensa antibalístico Arrow, y para emitir una declaración conjunta de intenciones de cooperación entre ambas naciones en el ámbito de la Defensa.
Engere Zusammenarbeit zwischen Verteidigungsminister #Pistorius und seinem israelischen Amtskollegen @yoavgallant. Das Rüstungsprojekt #ARROW wird die deutsche #Luftverteidigung zukunftsfähig aufstellen: pic.twitter.com/foAaIBpFRQ
— Verteidigungsministerium (@BMVg_Bundeswehr) September 28, 2023
El Ministerio de Defensa alemán confía en que el proyecto de armamento ARROW preparará a la defensa aérea alemana para enfrentar los retos del futuro. El sistema interceptor Arrow 3 producido por la firma israelí IAI fue seleccionado por sobre el THAAD, de la norteamericana Lockheed Martin, para escudar a Alemania de los misiles balísticos rusos.
“A 80 años de la Segunda Guerra Mundial, Israel y Alemania se unen para construir un futuro más seguro para ambas naciones”, dijo el ministro Gallant.
IAI is proud to be participating in the signing agreement ceremony with Germany, and lead the Arrow project, which will be used to defend Europe against ballistic missile attacks.
???????????????????? pic.twitter.com/oyml6EY1tU— Israel Aerospace Industries (@ILAerospaceIAI) September 28, 2023
Hoy se firmó la primera parte del acuerdo, valuado en 600 millones de dólares, que permite dar inicio inmediato a las obras de infraestructura del proyecto. La firma del contrato completo se espera para noviembre de 2023. Con un valor global de 3.500 millones de dólares.
El director general del Ministerio de Defensa, General de División (retirado) Eyal Zamir declaró: “El acuerdo Arrow 3, el mayor y más significativo en la historia del país, catapultará las exportaciones de defensa israelíes a un nuevo pico y creará directamente cientos de nuevos puestos de trabajo. El sistema de defensa israelí demuestra una vez más su fortaleza y ventajas tecnológicas”.
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Alemania impulsa la “European Sky Shield Initiative” (ESSI) a otros Estados europeos miembros de la OTAN, para crear un sistema europeo de defensa aérea y antimisiles, mediante la adquisición común de equipos de defensa aérea y misiles, basado en el sistema Arrow 3.
Sistema antimisiles Arrow 3
El sistema de misiles interceptores Arrow 3, junto al radar de exploración y alerta lejana ELM-2080S Super Greene Pine y el puesto de mando y control, componen el conjunto del Sistema de Armas Arrow (AWS por su sigla en inglés), cuya función es la defensa exoatmosférica contra misiles balísticos tácticos y de mediano alcance.
El ELM-2080S Super Green Pine, un poderoso radar AESA en banda L con más de 2.000 módulos transmisores/receptores (TRMs) y más de 900 km de alcance, es capaz de detectar misiles balísticos durante su etapa de elevación o sus vehículos de reentrada independiente en el espacio.
La información de los objetivos es presentada y estudiada en el centro de mando y desde allí se determina el lanzamiento de los misiles interceptores Arrow 3. Éstos ascenderán a alturas exoatmosféricas y allí liberarán sus vehículos interceptores, que, mediante los datos actualizados del radar, procederán a la destrucción de las cabezas de guerra de los misiles enemigos gracias a la energía cinética producida por impacto directo (Hit-to-Kill).
Una iniciativa germana efectista políticamente, aunque estúpida. Dado que los cohetes y misiles “balísticos tácticos y de mediano alcance” (tampoco misiles de crucero puede interceptar) para los que fue diseñado este sistema israelí no suponen actualmente una amenaza para Alemania. No obstante, los IRBMs e ICBMs sí, dada su afinidad a la alianza militarista euroatlántica en plena campaña militar; esencialmente proviniendo estos misiles de respuesta atómica desde territorio ruso.
A no ser que Berlín considere más una amenaza nacional para su pueblo los misiles balísticos ATCMS norteamericanos de los nacionalistas polacos o el propio sistema Aegis-THAAD de doble uso de la potencia militar estadounidense desplegado en Europa (Polonia y Rumanía), únicos con posibilidad de intercepción con este sistema para proteger el territorio federal alemán en verdad. De ahí quizás recurrir a los hebreos, y no a los solícitos EE. UU. al respecto. Así como las reticencias de Washington a permitir la compra alemana, según los términos de la rendición y ocupación militar estadounidense actual de Alemania desde 1945.
Debido a que el enclave de Kaliningrado y los misiles Iskander rusos fijados allí. Salvo que se busque desplegar los Arrow-3 en Polonia permanentemente, quedan demasiado distantes para los misiles de diseño hebreo a la hora de impedir su impacto final en Alemania ya a velocidad hipersónica.
Sumando la cuestión de dónde ubicar su base previsiblemente fija, dada la extensión de la nación germana. Probablemente hablando en todo caso de un sistema antimisiles capitalino en Berlín, del mismo modo que el A-135 en torno a Moscú, aunque en una escala muy inferior.
Dado que no debemos olvidar cómo fracasó el intento de crear un escudo antimisiles nacional dentro del programa Safeguard norteamericano en torno al interceptor GBI. Queriendo todos los líderes estatales y federales estadounidenses estar protegidos. No llegando a decidir si Washington, Nueva York, Nevada o Norfolk necesitaban más protección. Igual caso de Berlín vs Bonn, Hamburgo o Rammstein por importancia o población.
Y no veo a los alemanes colocando o costeando (menos hoy día) un Arrow-3 en cada núcleo estratégico, aunque a los hebreos se les iluminarían los ojos ante el dispendio e insultantes ingresos por tal potencial empeño de la potencia europea en ello.
Alternativamente optando los Estados Unidos por utilizar sus gobiernos satélites de Europa y Asia como espacios colchón sobre los que detonar con los sistemas Aegis y THAAD los artefactos nucleares enemigos antes de llegar al territorio norteamericano, como sería en caso de un despliegue polaco de estos sistemas alemanes. El cual tampoco protegería los polacos.
Lo cual no aseguraría la colaboración polaca contra los rusos con los alemanes, además dado el clima enrarecido actual entre Berlín y Varsovia a raíz de la diferente implicación en el esfuerzo bélico europeo, el suministro de gas y petróleo por oleoducto a Alemania y las crisis migratorias.
A lo que habría que sumar las reivindicaciones de los nacionalistas polacos sobre agravios alemanes datados la Segunda Guerra Mundial sin resarcir aún hoy a Varsovia en particular, y según el criterio unilateral postcomunista. Lo que haría la factura de posicionar los Arrow-3 frente a Kaliningrado inasumible y arriesgada para Berlín como país aún soberano.