Este viernes 27, el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, cambió temporalmente el rumbo de la aerolínea nacional TAP citando preocupaciones sobre la transparencia y el papel del gobierno en el proceso de privatización.
Subrayando que los contribuyentes rescataron a TAP y que tiene una importancia estratégica para el país, Rebelo de Sousa pide la máxima transparencia en todo el proceso. Hace un mes, el gobierno aprobó la venta de al menos el 51% de la aerolínea, centrándose en encontrar un socio para impulsar el crecimiento tanto de TAP como de los aeropuertos portugueses.
Grandes del sector muestran interés
Grandes corporaciones aéreas, incluidas Lufthansa, Air France-KLM y IAG (propietarios de British Airways), han mostrado interés en la privatización de TAP. Sin embargo, el presidente Marcelo Rebelo de Sousa expresó que el decreto que inició el proceso levantó «numerosas dudas», lo que lo llevó a devolverlo en busca de más aclaraciones.
Respuesta del Gobierno
En respuesta a las preocupaciones del presidente, el primer ministro Antonio Costa aseguró que los problemas serían «debidamente considerados». Rebelo de Sousa cuestiona específicamente la capacidad de intervención gubernamental después de la venta, ya que el decreto no aclara el papel del gobierno en decisiones administrativas después de la venta. Además, el presidente criticó el decreto por permitir que TAP venda o compre activos incluso antes de una decisión firme de venta, careciendo de precisión y criterio, comprometiendo así la transparencia del proceso.
TAP = Otro pozo para enterrar dinero público.