Rusia producirá drones en masa en el lejano oriente, lejos del alcance de las armas ucranianas y pegado a China

Gastón Dubois

Rusia - Russia drones

La joven compañía rusa Aero-HIT, especializada en la producción de pequeños drones tipo quadcopter, tiene planes para aumentar significativamente su producción mensual en sus instalaciones de Jabárovsk, una ciudad ubicada muy cerca de la frontera con China, en el extremo oriente de Rusia.

En una reciente visita de altos funcionarios de la región Este de Rusia a la planta de Khabarovsk (o Jabárovsk) de Aero-HIT LLC, se dio a conocer que hay planes en marcha para ampliar considerablemente la producción de drones ligeros, muy utilizados en todo tipo de aplicaciones civiles y gubernamentales, pero que están resultando fundamentales, para los dos bandos, en la guerra en Ucrania.

Según TRANSSIB INFO (medio de comunicación ruso especializado en la región oriental del país), Aero-HIT adquirió el equipo moderno necesario para la producción ampliada de sistemas aéreos no tripulados. La planta ya produce modelos de drones FPV llamados Veles, que se utilizan con éxito en la región nororiental de Rusia. Actualmente, la capacidad de la planta le permite producir hasta 300 UAV al mes, pero está previsto aumentar los volúmenes de producción a 1.000 unidades mensuales.

“Planeamos involucrar a universidades, escuelas técnicas y laboratorios en la producción de algunos componentes para vehículos aéreos no tripulados. Nos enfrentamos a la tarea de localizar la producción en la región. Por eso brindaremos apoyo a ésta y otras empresas que ensamblan vehículos aéreos no tripulados”, dijo Mijaíl Degtiarev, gobernador de la región de Jabárovsk.

Hacia el Este

Esta medida no solo busca aumentar la producción rusa de este tipo de drones, tan vitales en el teatro de operaciones ucraniano, sino también reducir la dependencia de componente importados de occidente para su fabricación. Gracias el avance de las sanciones impuestas por Europa y Estados Unidos, a Rusia se le hace cada vez más difícil y caro importar los elementos que no fabrica en su país para la producción de sus propios modelos de drones.

Otra forma de en la que el Kremlin busca superar este “cuello de botella occidental”, es fomentando la cooperación industrial y científica con socios chinos, para lo cual, la ubicación de Aero-HIT, a orillas del rio Amur y a escasos kilómetros de la frontera nororiental de la provincia china de Heilongjiang, es de importancia estratégica.

Moscú también tiene planes para crear en el Lejano Oriente un centro integrado de investigación y producción para el desarrollo de sistemas aéreos no tripulados con fines militares y civiles. La cercanía con China podría ser el factor principal que motiva esta decisión, por las conveniencias antes mencionadas, pero otro aspecto estratégicamente relevante es que esta futura instalación estaría a salvo de cualquier ataque de misiles o drones que provenga de territorio ucraniano.

Dada la inventiva que vienen demostrando las fuerzas ucranianas para golpear (con efectividad variable) en lo profundo de la retaguardia rusa, es probable que en el futuro veamos como el Kremlin buscará relocalizar y trasladar buena parte de su producción bélica ligera hacia las regiones central y oriental, lejos y a salvo de Europa.

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