SAS confirmó hoy un acuerdo de inversión con un consorcio liderado por Castlelake, L.P., Air France-KLM, Lind Invest y el estado danés, para su financiación tras la reestructuración bajo el Capítulo 11, que ya había sido adelantado a principios de octubre.
En un esfuerzo por refinanciar la deuda existente y mejorar la liquidez, SAS ha firmado un acuerdo de crédito para obtener 500 millones de dólares de financiamiento ‘Debtor-in-Possession’ (DIP) con Castlelake, reemplazando así el financiamiento DIP previo de 700 millones de dólares proporcionado por Apollo Global Management.
El nuevo paquete de inversión propuesto por el consorcio ha aumentado a 1,200 millones de dólares e incluye 475 millones de dólares en acciones nuevas y 725 millones de dólares en deuda convertible asegurada. Estos fondos se destinarán a apoyar la salida de SAS de su proceso de reestructuración bajo el Capítulo 11, el plan de reorganización empresarial bajo la legislación estadounidense.
Tras la reestructuración, Castlelake se convertirá en el principal accionista individual con aproximadamente el 32% de las acciones y el 55.2% de la deuda convertible. La participación del estado danés será del 25.8% en acciones y el 30% en deuda convertible, mientras que Air France-KLM tendrá una participación del 19,9% y el 4,8% de la deuda convertible y Lind Invest el 8,6% de las acciones y el 10% de la deuda convertible. El 13,6% del capital restante será distribuido por otras entidades de crédito.
El presidente y CEO de SAS, Anko van der Werff, ha expresado optimismo respecto al acuerdo, señalando que es un hito clave en el plan de reestructuración de la compañía y demuestra la confianza de los inversores en el potencial de SAS para mantener su posición de liderazgo en la industria aérea.
La transacción está sujeta a la aprobación del tribunal de quiebras de EE. UU. y al cumplimiento de ciertas condiciones precedentes, con la esperanza de SAS de obtener todas las aprobaciones necesarias para principios de 2024. La empresa también anticipa una modesta recuperación para los acreedores generales no asegurados y no prevé recuperación alguna para los accionistas existentes una vez completada la reestructuración.