La Casa Blanca esta dando señales de que Turquía podría volver al programa JSF F-35 Lightnig II, del cual había sido expulsado por la compra de los sistemas de defensa aérea rusos S-400.
Durante una reciente entrevista en CNN Türk, Victoria Nuland, número dos del Departamento de Estado norteamericano, afirmó que si Turquía “resuelve el problema de los S-400”, podrían reintegrarse al programa F-35.
«Si se resuelve la cuestión del S-400, se levantarán las sanciones a CAATSA y hablaremos sobre el regreso de Turquía al F-35». Programa”, dijo Nuland. “Francamente, si podemos resolver este problema del S-400, lo cual queremos hacer, Estados Unidos estaría feliz de darle la bienvenida a Turquía nuevamente a la familia F-35. Si podemos superar esta cuestión, la cuestión de CAATSA será eliminada y podremos volver a las conversaciones sobre el F-35″, aseguró.
Recordemos que Turquía fue alcanzada por la ley CAATSA (sigla en inglés para Contrarrestar a los Adversarios de Estados Unidos a Través de la ley de Sanciones) que son una serie de sanciones impuestas por el ex presidente Donald Trump luego de que, contra todas las objeciones y amenazas, concretara la compra de los sistemas de defensa aérea misilísticos rusos S-400. Como resultado, todas las licencias de exportación estadounidenses a la industria de defensa turca fueron canceladas. También le valió la expulsión del programa JSF F-35, del cual fue uno de los socios fundadores y tenía encargadas 100 unidades.
La situación de Turquía había sido ratificada en junio del 2022 por Adam Smith (no uno de los padres fundadores del liberalismo económico), presidente del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, quien declaró con contundencia: “Turquía no va a volver a participar en el programa F-35”.
John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, durante la rueda de prensa de la Casa Blanca del 31 de enero, fue consultado sobre un posible cambio de postura respecto al retorno de Turquía al programa F-35, y dio una respuesta bastante categórica, pero no tan “terminal” como la de Smith:
“No ha cambiado nuestra opinión de que el programa del F-35 para Turquía es incompatible con su uso de los misiles S-300 y S-400. Así que seguimos manteniendo esas conversaciones. Y si Turquía es capaz de resolver nuestras preocupaciones al respecto, entonces podría haber un restablecimiento de pasar al programa F-35. Pero – pero es eso – eso es donde estamos. No hay ningún cambio en eso”.
Mas allá del error de la mención del sistema S-300, que Turquía no opera (pero si Grecia, que igualmente tendrá sus F-35), el mensaje de Washington es claro: “Desháganse de sus S-400 rusos”.
¿Qué hacer con los S-400?
¿Si Ankara cediera y considerara ahora que acceder a la tecnología y capacidades del F-35 es aliciente suficiente para dar de baja sus S-400, de qué forma podría hacerlo?
Podría simplemente destruirlos (tenerlos y prometer no usarlos no es suficiente para la Casa Blanca), pero sería realmente un desperdicio enorme y caro.
Sin duda hay voces que proponen que esos equipos sean trasferidos a Ucrania para ayudarlos a mejorar su defensa aérea frente a los ataques rusos. Pero eso crearía un conflicto diplomático mayúsculo entre Ankara y Moscú, cuyas consecuencias son imposibles de predecir, y quemaría definitivamente los canales informales de comunicación entre la OTAN y Rusia, que tienen a Turquía como mediador.
Otra opción es que Turquía haga como hizo Egipto con sus Su-35, que ya tenía pagados, pero ante la amenaza de sanciones CAATSA, tuvo que dejar en Rusia para que les encontraran un nuevo hogar (que terminaría siendo Irán). Esto no gustaría mucho en Moscú, pero sería mejor que permitir que sus equipos de defensa aérea más avanzados caigan en manos ucranianas (y de la OTAN).
Los Eurofighters aún están en la lista de deseos de Ankara
Pese a que solo hace unos días el Gobierno norteamericano autorizó la posible venta a Turquía de hasta 40 F-16 Block 70 nuevos, junto a 79 kits de modernización “Viper”, desde el Ministerio de Defensa de turco aseguraron que aún están interesados en adquirir 40 cazas Eurofighter Typhoon.
«Seguimos interesados, esperamos el pronunciamiento positivo de Alemania, miembro del consorcio, sobre esta cuestión», cita Reuters al funcionario turco.
Y es que Ankara está manteniendo conversaciones con los representantes británicos y españoles (no menciona a los italianos) del consorcio Eurofighter, pero los alemanes habrían estado bloqueando un posible acuerdo. Sin embargo, luego de que Berlín levantara el veto a la venta de Eurofighters a Arabia Saudita, es muy probable que aquí también relaje su postura.
Realmente nadie sabe (fuera de las autoridades del Gobierno y Ministerio de Defensa turcos) que tan serio es el interés de Turquía por el caza europeo, ya que podría ser solo una forma de presionar a EE.UU. para que permitiera la venta de los F-16 y, tal vez, abra la posibilidad de sentarse a conversar sobre el F-35.
Si eventualmente Turquía renuncia a sus S-400 y fuera nuevamente admitido en el club F-35… de qué forma lo sería? Como el importante socio que era antes de ser expulsado? Como un cliente más, sin acceso a mucha de la información secreta, códigos de software y participación industrial reducida? Y que sería del KAAN, el programa de avión de combate de quinta generación desarrollado por Turquía? Peligraría su continuidad?
Más allá de las muchas interrogantes que solo con el tiempo se verán respondidas, lo cierto es que resulta sugestivo que EE.UU. haya vuelto a poner sobre la mesa la delicada cuestión de los F-35 turcos.