CEO de Airbus piensa que Europa debería fusionar sus programas de cazas de sexta generación

Gastón Dubois

cazas de sexta generación europeos FCAS y GCAP "Europe should merge its sixth-generation fighter programs"

Guillaume Faury, director ejecutivo de la mayor empresa aeroespacial y de defensa de Europa, piensa los programas de cazas de sexta generación GCAP y FCAS deberían fusionarse, para unificar esfuerzos y cortar con la dependencia excesiva de la industria de defensa norteamericana.

Durante una entrevista brindada al periódico inglés The Guardian, Guillaume Faury afirmó que la industria de defensa europea vive un «momento decisivo», después de que la invasión rusa de Ucrania en 2022 llevara la guerra a las fronteras de Europa Occidental. En su opinión, la gran dependencia europea del hardware militar estadounidense, como los helicópteros Apache y Chinook, los aviones de inteligencia P-8A Poseidon y E-7 Wedgetail (todos productos de Boeing, principal competidor de Airbus en el mercado civil), y el avión de combate stealth F-35 de Lockheed Martin, dejaron a la industria europea en niveles “subcríticos” en áreas tecnológicas claves de la defensa.

«Venimos de tiempos de paz», declaró Faury a The Guardian. «No creo que Europa tenga todavía el nivel de preparación que se necesitaría para un conflicto entre Europa y Rusia. Llamemos a las cosas por su nombre. Y parece que Rusia está aumentando sus capacidades de defensa”.

«Si queremos estar preparados para niveles potencialmente diferentes de enfrentamiento y conflicto, tenemos que reforzarnos», agregó.

HENDSOLDT FCAS sensor

El CEO de Airbus se toma en serio las advertencias del candidato a presidente norteamericano Donald Trump de “abandonar la OTAN”, considerándolo un llamado de atención al que los Gobiernos del viejo continente deberían prestar atención.

“Si Trump 2 (por su potencial segundo mandato) es de la misma naturaleza o incluso más en términos de que EE.UU. espera que Europa cuide de sí misma… será mejor que nos lo tomemos en serio», a divirtió Faury.

Es por estas razones, principalmente, que Guillaume Faury insta a Europa y al Reino Unido a «aunar esfuerzos» y fusionar los programas de aviones de combate rivales, ya que el desarrollo de la sexta generación de cazas europeos no debe repetir los errores del pasado, cuando los recursos se repartieron entre tres aviones que competían entre sí: el Eurofighter, el Gripen sueco y el Rafale francés.

Italia también venía pidiendo la fusión

El jefe de la Fuerza Aérea Italiana, el General Luca Gorett, expresó en el 2021 ante los miembros de las comisiones parlamentarias de Defensa, la misma idea que el CEO de Airbus.

El General Gorett comentó que si bien Italia se unió al programa liderado por el Reino Unido porque consideró que podía desempeñar un papel más importante que en el programa FCAS, lo lógico sería que ambos programas terminen por unirse, porque “invertir enormes recursos financieros en dos programas equivalentes es impensable”.

GCAP Leonardo UK, Mitsubishi Electric, Leonardo, Elettronica

El planteo no carece de lógica. Aunar esfuerzos y concentrar recursos, mientras se genera soberanía e independencia tecnológica europea, en vez de generar dos proyectos de cazas de sexta generación europeos que competirían entre si. Pero la experiencia muestra que no es una tarea fácil de llevar a cabo.

Porque no solo se trata de recursos económicos

Las peleas por el liderazgo del programa y por el dominio de la propiedad intelectual entre las compañías francesas y alemanas (principalmente), retrasó significativamente el inicio de la Fase 1B del desarrollo FCAS. Esto demuestra lo complicado que resulta llevar adelante un programa de este tipo de complejidad tecnológica, económica y política, aún entre socios que forman parte de los mismos bloques que orientan su lineamiento geoestratégico, como la OTAN y la Unión Europea.

cazas de sexta generación europeos
Pilares de desarrollo definidos para el FCAS

La hipotética fusión del FCAS con el GCAP implicaría redefinir requisitos operativos y volver a negociar el reparto de responsabilidades, la dirección industrial de cada pilar de desarrollo y las escabrosas cuestiones de la “propiedad intelectual”, mientras que cada actor defiende fervientemente sus intereses particulares.

Tampoco hay que olvidar que hasta el estallido de la invasión rusa de Ucrania, la política exterior de Londres había virado hacia el pacífico, particularmente con la firma del AUKUS (pacto de seguridad trilateral entre Australia, Estados Unidos y Gran Bretaña), lo que es considerado como otro obstáculo para una cooperación significativa en proyectos de defensa europeos.

Y que pasa con Japón, el gran ausente en esta discusión? Desde Airbus se pugna por un caza europeo… y Tokio no parece estar invitado.

GCAP Fuji

«Está bastante claro que tenemos que encontrar la manera de aunar nuestros esfuerzos como europeos para tener una capacidad muy potente por tipo de sistema de armas. ¿Tiene sentido no unirse por la seguridad y la defensa con el nivel de inseguridad que vemos en las fronteras de Europa? No, creo que no hay elección”, aseguró Guillaume Faury.

Está claro que si bien la intención sería evitar los errores del pasado, al día de hoy, no parece que haya cambiado mucho el escenario que dio lugar a la creación de la tríada de “Eurocanards” (proyectos que sufrieron importantes retrasos y sobrecostos, impactando negativamente en el número de aviones adquiridos por cada Fuerza Aérea). Los actores y sus intereses en pugna son más o menos los mismos, por ende, es posible que se repitan los mimos resultados.

Deja un comentario