Cómo Ucrania planea utilizar los cazas F-16 para desafiar la superioridad aérea rusa

Gastón Dubois

F-16 para Ucrania Zelensky

 

El general Sergiy Golubtsov, comandante de la Fuerza Aérea de Ucrania, brindó una entrevista a Radio Svoboda, en la que se explayó sobre la situación actual y explicó cómo piensan utilizar los cazas F-16 para disputar la superioridad aérea que Rusia ostenta desde el inicio de la guerra.

Si bien los pilotos ucranianos entrenándose en el extranjero reportan que se encuentran muy satisfechos de las cualidades de combate de los F-16, el general Golubtsov no se hace ilusiones, y sabe perfectamente que disputarle el espacio aéreo a los rusos va a ser una tarea difícil, que va a requerir de buenas tácticas y del uso coordinado de varios medios.

Primera etapa: prepararse y ganar experiencia

Más allá de que los futuros pilotos ucranianos de F-16 están recibiendo un entrenamiento acelerado en varios países de la OTAN (empezando por las clases de inglés, fundamentales para entender a los instructores, entender los manuales y manejar el software), lo cierto es que van a tardar cierto tiempo en estar realmente listos para exprimir el potencial de este avión de combate, así como sus armas y equipos. Es un proceso que lleva tiempo. Los primeros F-16 llegarían a Ucrania durante este año, pero serán desplegados en zonas relativamente seguras del país, a fin de que tanto los pilotos como el personal técnico vayan generando su experiencia operativa.

Luego está el delicado asunto de la protección de las bases aéreas desde las cuales operarán los F-16. Los aeródromos ucranianos son atacados casi todas las noches por los drones kamikaze tipo Geran/Shaheed y por misiles de crucero, y como las bases de los F-16 serán objetivos prioritarios para el Kremlin, también esperan ser blanco de los misiles supersónicos e hipersónicos rusos como el Kinzhal o el Iskander.

Por tanto, Golubtsov calcula que necesitará al menos dos baterías de misiles Patriot o SAMP-T para brindar defensa de gran altitud, y, particularmente, interceptar a los misiles cuasi-balísticos Iskander y Kinzhal; y al menos al menos dos baterías NASAMS para trabajar sobre objetivos aerodinámicos, drones, y también para cubrir al propio Patriot de ellos. Estos medios se complementarán con sistemas de misiles de corto alcance tipo Stinger y antiaéreos como el Gepard alemán. Esta sería la configuración de defensa activa “mínima” que se necesitaría.

La mayor amenaza la representan los misiles super/hipersónicos, porque tienen las mejores chances de traspasar el paraguas defensivo. “Nuestra mayor preocupación es que los rusos no consideren la cantidad de misiles «Kinzhal» e «Iskander» que pueden usar para atacar los F-16 en los aeródromos”, comentó Golubtsov, tal vez temiendo los resultados de un ataque masivo de este tipo de armas, y esperando que Rusia no disponga de la cantidad necesaria de municiones de este tipo como para neutralizar completamente uno de estos aeródromos.

F-16 for Ukraine
Uno de los F-16 prometidos a Ucrania por Bélgica.

Segunda etapa: a la caza del Su-34

Golubtsov entiende que el F-16 por sí solo no es una “panacea” y para poder interceptar aeronaves enemigas (conservando chances aceptables de volver a base en una pieza), el caza de origen norteamericano debe complementarse con aviones de alerta temprana AEW (como los dos ASC 890 que Suecia trasferirá a Ucrania), con los sistemas de defensa aérea como el Patriot y otros medios diversos. La información recabada por los diferentes sistemas será compartida mediante el enlace de datos Link 16, a fin de que los pilotos puedan tener un conocimiento situacional en tiempo real de las amenazas presentes en el área.

«Necesitamos hacer retroceder a los aviones rusos para que no puedan atacar a nuestros civiles«, dijo Golubtsov. «Los F-16 nos ayudarán a hacer eso«.

Conociendo el panorama aéreo en la zona de interés, los pilotos de F-16 tratarán de dar caza a los aviones rusos encargados de lanzar las bombas guiadas tipo KAB, que suelen ser los Su-34. Desde que la Fuerza Aérea Rusa (VVS) implementó los kits de guiado satelital y alcance extendido en sus bombas, las misiones de bombardeo se hicieron mucho más efectivas, y más seguras para los aviones rusos, ya que quedaban por fuera del área de cobertura de la mayoría de los sistemas de defensa aérea de corto y mediano alcance ucranianos. La idea, en última instancia, es forzar a los Su-34 a alejarse de la línea del frente para reducir su efectividad.

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Tercera etapa: Superioridad aérea local

Luego de “empujar” a los Su-34, el jefe de la Fuerza Aérea Ucraniana piensa que el siguiente paso será tratar de ahuyentar a los Su-35 a al menos a 30-50 km de distancia del frente, donde hoy día, operan sin oposición. Esto sería considerado un punto de inflexión en la guerra, ya que permitiría a la aviación ucraniana alcanzar una suerte de equiparación en el espacio aéreo.

Junto con los sistemas de defensa aérea de lago alcance como el Patriot, Ucrania planea utilizar los F-16 para obtener la superioridad aérea en ciertas áreas. «Para ganar la guerra, necesitamos tener la superioridad aérea en al menos algunas áreas«, señalo Golubtsov. «Los F-16 nos ayudarán a lograr eso«.

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Consideraciones finales

Está claro que la incorporación de cazas occidentales como el F-16MLU y su moderno armamento representan un gran salto adelante para la Fuerza Aérea Ucraniana a nivel cualitativo y un refuerzo cuantitativo importante, que ayudará paliar las pérdidas de viejos reactores soviéticos, producidos sobre todo durante la primera mitad de la guerra. Pero por si solos no van a lograr dar un giro completo a la actual situación.

Lo cual no quita que, utilizados con moderación e inteligencia, si podrían entregar resultados positivos. Particularmente en los próximos años, cuando Ucrania disponga de más y más aeronaves, y pilotos preparados.

Junto con otros equipos entregados por occidente, como los Patriot y los Saab 340 AEW, Ucrania va a intentar utilizar sus F-16 para disminuir la amenaza de los intensos bombardeos rusos (el presidente Zelenskyi afirmó recientemente que Rusia los machaca con más de 3.000 bombas aéreas al mes), lo cual ya de por sí representaría un alivio significativo para las tropas en tierra y la logística del frente. Y si además pueden negar el uso irrestricto del espacio aéreo a los cazas rusos, sobre una zona determinada durante el tiempo suficiente, el ejército ucraniano podría usar esos momentos de “cielos despejados” para lanzar ofensivas terrestres clave.

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