Aunque la pandemia de COVID-19 parece un recuerdo lejano para muchos países, esta realidad es muy diferente para Corea del Norte, la nación más aislada del mundo. Sin embargo, las cosas están a punto de cambiar, con planes de reabrir fronteras y permitir nuevamente el turismo a partir de diciembre de 2024.
A principios de 2020, con la aparición de la pandemia, Corea del Norte decidió cerrar sus fronteras a los visitantes extranjeros. Aunque esta medida se implementó principalmente para prevenir la propagación del virus, es posible que la intención de mantener a la población aislada del resto del mundo también fuera un factor considerable. Ahora, esta situación está empezando a cambiar, según Aeroin.
Dos operadores turísticos con sede en China y conexiones con Corea del Norte han anunciado que el país planea reabrir al turismo en diciembre de 2024, y los detalles definitivos se publicarán pronto.
Incluso con la reapertura, el turismo en Corea del Norte seguirá estando fuertemente regulado, tal como estaba antes de la pandemia. Los visitantes sólo podrán viajar en grupos, acompañados de guías en todo momento y sólo podrán ver lo que el gobierno permita.
Vale la pena señalar que los pasaportes estadounidenses no son válidos en Corea del Norte, que está clasificado por el Departamento de Estado de Estados Unidos como un país de “Nivel 4: No viajar”. Además, Corea del Norte será selectiva a la hora de aceptar turistas, permitiendo inicialmente la entrada a personas de países “amigos” como China y Rusia.
Uno de los primeros lugares que recibirá a los turistas será Samjiyon, un pueblo de montaña conocido como el lugar de nacimiento del difunto Kim Jong Il. Sin embargo, la reapertura podría ampliarse para incluir viajes a Pyongyang y otras zonas del país.
Además, Corea del Norte está trabajando para reabrir una ciudad costera previamente abandonada, que se espera que reciba visitantes en mayo de 2025. Esta iniciativa puede explicar, en parte, los planes de reapertura más amplios.
Aunque las fronteras de Corea del Norte han permanecido cerradas durante casi cinco años, hubo una excepción reciente: un pequeño grupo de turistas rusos viajó al país a bordo de un avión de Air Koryo, resultado del estrecho vínculo entre Vladimir Putin y Kim Jong Un.
Actualmente sólo existe el vuelo mencionado anteriormente, que conecta Vladivostok con Pyongyang, operado por Air Koryo, una de las aerolíneas más exóticas del planeta ya que opera una pequeña flota de aviones de origen soviético, con un frugal servicio a bordo, según informes de quienes ya lo usaron. Cuando se vuelvan a abrir las fronteras, se espera que se realicen más vuelos a China.